Con inteligencia artificial reparan socavones en Av. Altamirano
Con tecnología potenciada por IA, la Escuela de Ingeniería en Construcción y Transporte de la PUCV reconoce resistencia del suelo sin generar daños invasivos.
Mauricio Toledo - La Estrella de Valparaíso
Transformando el modo en que trabajamos y desempeñamos nuestras tareas diarias, la implementación de nuevas tecnologías a las áreas profesionales han gestado una nueva revolución en las industria con mayor eficiencia, precisión y disminución de costos en los procesos de producción.
El barco a vapor, la electricidad y la producción en masa quedaron atrás, pues hoy somos testigos de una cuarta revolución industrial por una herramienta que llegó para quedarse: la inteligencia artificial.
Aplicando esta nueva tecnología en nuestras vías más transcurridas, la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte de la PUCV, en colaboración con el Ministerio de Obras Públicas, están utilizando inteligencia artificial para reparar la avenida Altamirano de Valparaíso, mediante la aplicación de velocidades de ondas en terreno que pueden identificar socavones y la resistencia del suelo, sin generar ningún tipo de destrozo en la superficie.
El experto, líder de investigación en el doctorado de Industria Inteligente de la PUCV y encargado del proyecto en Altamirano, Álvaro Peña Fritz, la inteligencia artificial se aborda desde " la necesidad de optimización, predicción e información aplicada en relación con la toma de decisiones. Ahí es donde entra la inteligencia artificial: agarrar toda esta batería de datos e información para tratar que las obras sean sostenibles, cuesten menos, tengan mayor beneficios a las personas e impacten lo menor posible al medio ambiente", explica.
"En esa toma de decisiones entramos a esta mente artificial, que no es más que programas que nosotros generamos a través de múltiples metodologías matemáticas para poder optimizar esta gran nube de datos, que llamamos Big Data. De ahí empiezan esas búsquedas de soluciones a través de relación entre esa data", sostuvo Peña Fritz.
El desarrollo tecnológico que ha experimentado la construcción en las últimas décadas ha traído drásticos cambios en la velocidad de procesamiento de la información gracias a la llamada industria 4.0, la cuarta revolución industrial.
"Como antiguamente no teníamos estos recursos y los teníamos que desarrollar a mano, probablemente nos demorábamos mucho tiempo. La velocidad en que los computadores han ido avanzando y muchos procesos que tardaban semanas en procesarse, ahora fácilmente tardan solo minutos", dijo el académico.
Actualmente en la geotécnia, ciencia que estudia y desarrolla técnicas para la ejecución de obras de construcción en relación con el suelo, se ha incorporado la inteligencia artificial para realizar estudios sin que estos sean invasivos o destructivos para predecir comportamientos de suelo, a través de la emisión de ondas electromagnéticas o sónicas en superficies que penetran en el terreno y entregan información valiosa sin necesidad de hacer un agujero en el suelo.
"Si mezclamos eso con aerofotogrametría, es decir, sacamos millones de fotos en la superficie, cada una posicionada satelitalmente con precisión milimétrica, ayudada en terreno con topografía tradicional, podemos sacar un gemelo digital que nota el descenso, zonas con fracturas que se alertarán a través de sus deformaciones. Eso permite hacer mapas para focalizar los estudios en zonas de mayor riesgo", explicó Peña Fritz.
Además, existen otros tipos de ensayos mucho más portátiles y manuales donde,"una perforación de un centímetro puede evaluar el terreno que prácticamente no hace ninguna afección. Allí, dando golpes podemos ir viendo la resistencia del terreno en profudndidad con este ensayo que se llama PANDA, un penetrómetro dinámico desarrollado en Francia y que por un convenio lo hemos implementado nosotros aquí en Chile", añade Peña.
Santos ossa
Toda esta implementación tecnológica que se está llevando a cabo en Altamirano había sido puesta en marcha anteriormente en el principal acceso a Valparaíso - Santos Ossa - recibiendo información oportuna y concluyente sobre el avance y las características de los socavones en el sector.
"Esta experiencia con MOP ya la habíamos tenido en Santos Ossa tras la aparición de grandes socavones. Pero a diferencia con Santos Ossa, los niveles de deformación en Altamirano eran más bajos de forma superficial, y se necesitaba una investigación para evaluar el que aunque fueran menores las deformaciones, el riesgo sería menor, y los resultados evidenciaron que efectivamente no tienen relación. Las deformaciones muchas veces no estan avisando el problema que hay, y ahí tuvimos que entrar con estas otras técnicas, juntarlas y predecir un comportamiento donde efectivamente habían zonas con socavones grandes y pequeños, y uno en particular que tiene una tensión especial y necesita pronta reparación", concluyó el académico.