Mirian Mondaca Herrera - La Estrella de Valparaíso

Ocurrió hace más de un mes, pero los coletazos por la salida de dos alumnos de 6 años del Colegio Winterhill de Viña del Mar desde el establecimiento educacional por estar la puerta abierta y sin supervisión de un adulto, siguen. De hecho, mientras ambos menores de edad se habitúan a sus nuevos lugares de estudio, desde el núcleo familiar no se descarta la posibilidad de ejercer una acción civil contra el recinto.

Y es que aquella tarde del pasado 15 de marzo marcó un antes y un después para ambas familias. Las consecuencias del shock inicial tras analizar los peligros a los cuales se vieron expuestos los niños durante una caminata que duró cerca de 3 kilómetros por las calles de Viña del Mar y sin la compañía de un adulto, ha dejado huellas en el ámbito emocional, confiesa la madre de uno de los alumnos, Daniela Labra Gajardo.

De hecho, esta madre señala que apareció el miedo y también la ansiedad, es más, en su caso también se generó insomnio. Para su hijo ha sido complejo el cambio de colegio y la adaptación, ya que se había acostumbrado al anterior y, en un comienzo, no entendía porqué debía dejarlo para irse a otro y adaptarse a un nuevo formato y rutina.

"Hemos tenido que pagar muchas cosas, entre ellas, apoyo psicólogo para nuestra familia, para nuestro hijo, para mí", señala la madre del pequeño. "Hay costos sin duda emocionales y hay costos económicos asociados a todo lo que ha implicado esta pesadilla, podríamos decir", acotó también, haciendo alusión a que al pasar de un colegio subvencionado, como el Winterhill, a uno particular, que es nuevo, los gastos se incrementaron de manera considerable. No hubo opción ya que fue difícil encontrar un cupo ya avanzado marzo.

Mano dura

Daniela Labra lamenta que, hasta el momento, la información que se les ha entregado sobre los resultados del sumario interno ha sido nula, asegura. En tanto, sobre la denuncia que interpusieron - junto a la otra familia afectada- en la Superintendencia de Educación, enfatizó que esperan "que existan sanciones ejemplificadoras por parte de la Superintendencia, de modo que este tipo de casos no se vuelva a repetir en ningún establecimiento educativo de Chile".

Cabe recordar que antes de dar a conocer este hecho, La Estrella se comunicó con el Colegio Winterhill, pero desde el establecimiento declinaron referirse a lo sucedido. Esto, tras argumentar qué aún está en proceso esta investigación por parte de la Superintendencia de Educación.

En tanto, Daniela Labra informó que no han descartado ninguna acción legal, eventualmente una civil.

A cuatro meses de que la Municipalidad de Viña del Mar asumiera la administración del terminal rodoviario de la comuna, la mano de la casa edilicia se ha comenzado a notar en aspectos como iluminación y seguridad, entre otros aspectos. Esto es parte de un plan de mejoramiento que busca optimizar los servicios y otorgar seguridad a los usuarios y pasajeros en este recinto que, anteriormente y por más de 18 años, estuvo en manos de privados.

Entre las mejoras realizadas en el recinto, y que son parte de las acciones que considera el plan municipal, se cuenta la limpieza completa a la techumbre y cúpula, el recambio total de la iluminación con 60 focos led y 4 proyectores de alta eficiencia y bajo consumo al interior del recinto, andenes, entradas, salidas de buses y pasajeros. Asimismo, se hizo la limpieza total de la cúpula central del edificio, a través de un hidrolavado.

De igual forma se realizó demarcación vial en la losa, en una superficie de 80 m2 en andenes, para el posicionamiento de buses generando los espacios para que pasajeros asciendan y desciendan de manera segura y tranquila. En relación a la seguridad, se aumentó la cantidad de guardias de manera de tener presencia permanente de ellos en los turnos, especialmente en días de mayor afluencia de pasajeros.

También el terminal cuenta con dos equipos DEA, personal municipal capacitado para la aplicación de primeros auxilios, uso del DEA y extintores.

La alcaldesa Macarena Ripamonti remarcó que todo esté trabajo realizado "nos está permitiendo una mejor gestión, lo que en términos concretos significa cerca de $1.000 millones anuales a favor del municipio y nos van a permitir destinar mejoras para toda la ciudad y poder dirigir nuevas obras para todos los sectores de Viña del Mar".

El concejal René Lues también hizo una positiva evaluación de estos primeros meses que lleva el terminal bajo la administración del municipio. "En general, tengo una buena opinión de lo que ha sido la administración municipal del rodoviario en estos cuatro meses, y espero que sigamos mejorando mucho más", indicó.