Alergias alimentarias
Cada día hay más conocimiento sobre este padecimiento que puede presentarse desde los primeros años de vida o bien en la adultez.
Una alergia alimentaria es una reacción del sistema inmunitario que ocurre poco después de haber ingerido un determinado alimento. Incluso una pequeña cantidad del alimento que causa la alergia puede ocasionar signos y síntomas, como problemas digestivos, urticaria o inflamación de las vías respiratorias. En algunos casos puede ocasionar síntomas graves o, incluso, una reacción que puede poner en riesgo la vida, llamada anafilaxia.
Se calcula que afecta al 8% de los niños menores de 5 años y hasta al 4% de los adultos. A pesar de que no existe cura, algunos niños superan sus alergias alimentarias cuando crecen.
Se puede fácilmente confundir con una reacción mucho más frecuente llamada intolerancia alimentaria. Si bien es molesta, la intolerancia alimentaria es una afección de menor gravedad que no involucra al sistema inmunitario.
Síntomas
Para algunas personas, una alergia a un alimento específico puede resultar molesto, pero no grave. Para otras personas, una reacción alérgica a un alimento puede ser aterradora e, incluso, poner en riesgo su vida. Los síntomas de una alergia alimentaria normalmente se manifiestan de unos minutos a dos horas después de ingerir el alimento en cuestión. En raras ocasiones, los síntomas pueden aparecer varias horas más tarde.
Los signos y síntomas de alergia alimentaria más comunes incluyen los siguientes:
• Hormigueo o picor en la boca
• Urticaria, comezón o eccema
• Hinchazón de los labios, la cara, la lengua y la garganta o de otras partes del cuerpo
• Sibilancias, congestión nasal o dificultad para respirar
• Dolor abdominal, diarrea, náuseas o vómitos
• Mareos, aturdimiento o desmayos
Anafilaxia
En algunas personas, una alergia alimentaria puede causar una reacción alérgica grave llamada anafilaxia. Esto puede ocasionar signos y síntomas que pueden poner en riesgo la vida, entre ellos:
• Constricción y opresión de las vías respiratorias
• Inflamación o sensación de un nudo en la garganta que dificulta la respiración
• Choque debido a un descenso abrupto de la presión arterial
• Pulso acelerado
• Mareos, aturdimiento o pérdida del conocimiento
En casos de anafilaxia, el tratamiento urgente es fundamental. Si no se trata, la anafilaxia puede causar un coma o incluso la muerte.
Si tienes síntomas de alergia alimentaria inmediatamente después de comer, consulta con tu proveedor de atención médica o alergista. De ser posible, trata de ver a tu proveedor de atención médica cuando observes el comienzo de una reacción alérgica. Esto lo ayudará a realizar un diagnóstico.
Busca un tratamiento de urgencia si desarrollas signos o síntomas de anafilaxia, tales como:
• Constricción de las vías respiratorias que dificulta la respiración
• Choque debido a un descenso abrupto de la presión arterial
• Pulso acelerado
• Mareos o aturdimiento
Causas
Cuando tienes una alergia alimentaria, tu sistema inmunitario identifica erróneamente un alimento específico o una sustancia en los alimentos como algo dañino. En respuesta, el sistema inmunitario hace que las células liberen un anticuerpo conocido como inmunoglobulina E (IgE) para neutralizar el alimento o la sustancia alimenticia que causa la alergia (el alérgeno).
La próxima vez que consumas incluso la cantidad más pequeña de ese alimento, los anticuerpos IgE la detectarán y le indicarán al sistema inmunitario que libere una sustancia química llamada histamina, así como otras sustancias químicas, en el torrente sanguíneo. Estas sustancias químicas causan síntomas de alergia.
La mayoría de las alergias alimentarias se desencadenan a causa de ciertas proteínas presentes en los siguientes alimentos:
• Mariscos crustáceos, como camarones, langosta y cangrejo
• Maní (cacahuate)
• Frutos secos, como nueces y nueces pecanas
• Pescado
• Huevos de gallina
• Leche de vaca
• Trigo
• Soja
Intolerancia alimentaria y otras reacciones
La intolerancia alimentaria o una reacción a alguna otra sustancia que hayas comido pueden causar los mismos signos y síntomas que la alergia alimentaria, como náuseas, vómitos, calambres y diarrea.
Según el tipo de intolerancia alimentaria que tengas, tal vez puedas comer pequeñas cantidades de los alimentos problemáticos sin tener una reacción. Por el contrario, si tienes una verdadera alergia alimentaria, incluso una cantidad diminuta del alimento en cuestión puede desencadenar una reacción alérgica.
Uno de los aspectos engañosos del diagnóstico de la intolerancia alimentaria es que algunas personas no son sensibles al alimento en sí, sino a una sustancia o ingrediente utilizado para su preparación.
Algunas afecciones frecuentes que pueden ocasionar síntomas que se confunden con una alergia alimentaria son las siguientes:
• Ausencia de una enzima en particular necesaria para digerir un alimento por completo. Es posible que no tengas las cantidades adecuadas de algunas enzimas necesarias para digerir ciertos alimentos. Una cantidad insuficiente de la enzima lactasa, por ejemplo, reduce la capacidad para digerir la lactosa, el azúcar principal de los productos lácteos. La intolerancia a la lactosa puede causar inflamación, calambres, diarrea y gases en exceso.
• Intoxicación alimentaria. A veces, la intoxicación alimentaria puede ser similar a una reacción alérgica. Las bacterias del atún y de otros pescados en mal estado también pueden tener una toxina que desencadena reacciones dañinas.
• Sensibilidad a ciertos aditivos alimentarios. Algunas personas tienen reacciones digestivas y otros síntomas después de comer ciertos aditivos alimentarios. Por ejemplo, los sulfitos utilizados para preservar las frutas secas, los alimentos enlatados y el vino pueden desencadenar ataques de asma en personas sensibles a los aditivos alimentarios.
• Intoxicación por histamina. Ciertos pescados, como el atún o la caballa, cuando no se refrigeran de forma adecuada y contienen grandes cantidades de bacterias podrían también contener altos niveles de histamina que desencadenan síntomas similares a los de la alergia alimentaria. En lugar de una reacción alérgica, esto se conoce como intoxicación por histamina o intoxicación escombroide.
• Enfermedad celíaca. Si bien, a veces, se hace referencia a la enfermedad celíaca como una alergia al gluten, esta no resulta en anafilaxia. Al igual que la alergia alimentaria, la enfermedad celíaca supone una respuesta del sistema inmunitario, pero esta es una reacción única que es más compleja que una simple alergia alimentaria.
Esta afección crónica del sistema digestivo se dispara con la ingesta de gluten, una proteína presente en el pan, los fideos, las galletas dulces y muchos otros alimentos que contienen trigo, cebada o centeno.
Si eres celíaco y comes alimentos que contienen gluten, ocurre una reacción del sistema inmunitario que ocasiona daños en la superficie del intestino delgado, lo que produce una incapacidad para absorber ciertos nutrientes.
Algunos factores de riesgo de alergia alimentaria incluyen los siguientes:
• Antecedentes familiares. Si en tu familia son frecuentes el asma, el eccema, la urticaria o las alergias como la rinitis alérgica, tendrás un mayor riesgo de alergia alimentaria.
• Otras alergias. Si ya eres alérgico a algún alimento en particular, es posible que tengas un mayor riesgo de ser alérgico a otro. Asimismo, si ya tienes otros tipos de reacciones alérgicas, como rinitis alérgica o eccema, tu riesgo de padecer alergia alimentaria será mayor.
• Edad. Las alergias alimentarias son más comunes en niños, especialmente en bebés y niños de uno a dos años. A medida que los niños crecen, sus aparatos digestivos maduran y es menos probable que sus cuerpos absorban alimentos o ingredientes que desencadenen alergias.
Por suerte, los niños generalmente superan las alergias a la leche, la soja, el trigo y los huevos cuando crecen. Las alergias graves y las alergias a los frutos secos y a los mariscos suelen ser de por vida.
• Asma. El asma y las alergias alimentarias generalmente se manifiestan juntas. En estos casos, es probable que los síntomas de ambas, tanto de las alergias alimentarias como del asma, sean graves.
Precauciones
• Notifica a las personas pertinentes que tu hijo tiene una alergia alimentaria.
• Explica los síntomas de la alergia alimentaria. Enseña a los adultos que pasan tiempo con tu hijo a reconocer los signos y síntomas de una reacción alérgica.
• Escribe un plan de acción. Tu plan debe describir cómo atender a tu hijo cuando tenga una reacción alérgica a los alimentos.
• Ponle a tu hijo un brazalete o collar de alerta médica.
FUENTE: www.mayoclinic.org