Los cuenteros del puerto de la Sociedad de Folclor Chileno
por Yvaín Eltit, presidente
A fines del siglo XIX existió un grupo de escritores que abordaron el folclor y la literatura en su creación, desobedecieron e interpelaron al discurso oficial. Los denominaremos cuenteros del puerto.
Román Vial y Ureta fue el gran cronista de Valparaíso. Estudió en el Colegio del Convento de Santo Domingo y el Colegio Municipal de La Matriz. A los quince años ingresó como aprendiz de tipógrafo en La Gaceta del Comercio. En 1859 se incorporó a El Mercurio de Valparaíso, donde reportó la crónica diaria.
Se vinculó con la élite porteña, tomándola como materia narrativa. Publicó las obras "Almanaque nacional para Valparaíso" (1851), "Una votación popular. Juguete cómico" (1870), "La mujer-hombre. Drama en tres actos" (1875) y "Costumbres chilenas" (1889), entre otras.
Justo Abel Rosales fue un periodista, investigador, archivador y escritor porteño. Empezó en el periódico El Pueblo de Quillota"(1873-1874). Después trabajó como escribano en la Corte de Apelaciones de Santiago (1876). Se enroló en el Batallón Aconcagua de Voluntarios para participar en la Guerra del Salitre (Pacífico) entre 1879 y 1881.
Publicó "Los amores del diablo en Alhué" (1882), "La Cañadilla de Santiago: su historia y sus tradiciones: 1541-1887" (1887), "Caída del Puente Cal y Canto" (1888), "El anticristo y el fin del mundo: carta religiosa al señor arzobispo don Mariano Casanova" (1893), "Manuel Rodríguez: su vida pública y su hoja de servicio (1894) y "La negra Rosalía o el club de los picarones" (1896), entre otras.
Carlos Pezoa Véliz es un fiel representante de la escuela cuentera. Escribió versos y notas de prensa, desafió al modelo imperante de su época. De padres desconocidos, adoptó el apellido de José María Pezoa, quien lo crió. Estudió en el Liceo San Agustín (Santiago) y el Instituto Superior de Comercio, donde aprendió francés básico.
Se trasladó a Valparaíso en 1902. Escribió en el diario La Voz del Pueblo, liderado por el pensador Luis Emilio Recabarren Serrano. Se publicaron póstumamente "Alma chilena" (1911), "Las campanas de oro" (1920) y "Poesías y prosas completas" (1927).
Otros autores son Pedro Antonio González Valenzuela, Samuel Lillo Figueroa, Rodolfo León Lavín, Antonio Bórquez Solar, Juan Rafael Allende Astorga, Marcial Cabrera Guerra, Pedro Müller Carmona, Eduardo Solar Correa, José Antonio Soffia Argomedo, Osvaldo Palominos, Daniel Barros Grez, Ernesto Arnaldo Guzmán Guzmán y los hermanos Ricardo y Samuel Fernández Montalva.