"Apoderada suplente" porteña ya tiene su agenda copada
La estudiante universitaria Camila López, de 20 años, ofrece el servicio de asistir a las reuniones de apoderados en representación de los padres por tan solo 10 mil pesos. "Algunos ya quieren que vaya el año completo", revela.
Si el premio al ingenio tuviese que llevárselo alguien, la estudiante universitaria porteña, Camila López, bien podría ser una de las primeras candidatas ya que como buena "busquilla", está ofreciendo un particular servicio que a más de alguno le alivia la vida: asistir a las reuniones escolares en reemplazo de los apoderados.
Con un costo de 10 mil pesos, la joven de 20 años promete asistir a las citas fijadas por los establecimientos educacionales como "tía" del alumno.
"Anoto todo y reviso anotaciones en el libro, no se me escapa ningún detalle", indica en su publicación altamente difundida en redes sociales.
"Hablo con los profes de temas específicos y peleo si hace falta con los otros apoderados, asisto como la 'tía' del estudiante, cosa que usted debe comunicar al profesor", añade a su anuncio.
La historia detrás
Pero, ¿cuál es la historia detrás de esta idea y por qué se origina?
Según cuenta la estudiante de Ingeniería en Comercio Exterior, la propuesta se origina desde "la necesidad", tanto de ella, como la de los propios padres y apoderados, que muchas veces están escasos de tiempo para asistir a las reuniones de sus pequeños.
"Yo asistía a reuniones de antes, de mi familia, de mis sobrinos, por ejemplo, que tengo muchos; también asistí a a mis propias reuniones y la verdad es que nunca me desagradó, por eso pensé que podía ser un buen negocio. Yo asistía a la de mis sobrinos, porque -a mis hermanos- no les daban permiso en el trabajo para salir, porque les descontaban el día entero o porque en muchas reuniones no te dejan ir con niños pequeños", nos cuenta Camila, quien asegura que este servicio también le servirá para hacer ingresos propios sin entorpecer su rutina, ya que "tengo clases en la mañana y las reuniones son siempre en las tardes".
Sobre su "modus operandi" a la hora de ingresar a una reunión, la porteña revela que no miente: "Yo le digo al apoderado que tiene que avisarle al profesor jefe que va asistir otra persona en su lugar y yo digo que voy asistir como la 'tía', pero no hablo de un parentesco, o de algún lazo familiar, sino que soy tía como si fuese una amiga de la mamá o del papá".
En ese sentido, añade que, "yo le pido al apoderado que hable con el profesor y vea si existe la posibilidad de que vaya otra persona, para no perder el tiempo, ni el dinero tampoco".
Colapso de agenda
En cuanto a su agenda, asegura, entre risas, que "ya está ocupada, incluso hay gente que me quiere para todo el año. Me han hablado hasta de otras regiones, pero solo hago esto en Valparaíso".
Respecto al servicio, este tiene un valor de 10 mil pesos e incluye un detallado informe.
"El valor, generalmente, son 12 mil pesos: 10 mil el base y 2 mil para la locomoción, y les pido que me abonen la mitad para reservar ese día. Llego al colegio, 30 a 20 minutos antes y les mando una foto y mi ubicación, para que sepan que yo ya estoy ahí y que cumplí; entonces ahí ellos me tienen que abonar la segunda parte del dinero y ahí yo ya hago ingreso a la reunión. Después de la reunión, hago un resumen muy detallado, les entrego un informe", nos señala la ingeniosa Camila.
Por último, al momento de preguntarle sobre cómo se ha tomado la reacción de la gente y este inminente éxito de sus servicios, la joven señala que está feliz.
"Me ha sorprendido, me alegré mucho, creo que me sirve mucho porque así llamo la atención de la gente y ven que es verídico, ven mi nombre, ven mi foto, entonces me parece súper bien, estoy súper contenta", responde la porteña, quien devela que su mamá "quiere encuadrar todo lo que salga de mí", a modo de broma.
Para quienes estén interesados en contratar el servicio, se pueden contactar con Camila López a través de su Instagram @camikss, lugar en donde podrán tener más detalles de su trabajo.
"Yo asistía a reuniones de antes, de mis sobrinos, de mi misma incluso. Nunca me desagradó".
estudiante Camila López.