Bertini expone sus obras en el Palacio Vergara
En "Re-proceso", el artista quilpueíno exhibe una veintena de pinturas realizadas durante los últimos dos años. Fiel a su carácter, critica el escaso apoyo a los creadores: "No puede ser que tengamos que ir a colgar los cuadros".
Más allá de sus características vaquitas vistas a la distancia, los seguidores de la obra de Giancarlo Bertini -uno de los artistas de mayor trayectoria y reconocimiento de la región- sabrán distinguir que, en cada muestra, el creador se desenvuelve con mayor preferencia en una o dos tonalidades que resaltan en el conjunto. Si en su anterior muestra, en la sala El Farol, resaltaban los violetas y calipsos, ahora, en su nueva exposición "Re-proceso", saltan a la vista los amarillos y dorados.
"El amarillo se está transformando como en mi sello", dice Bertini, quien no descarta el sentido espiritual de este color que se luce entre la veintena de obras que exhibe hasta el 30 de abril en el Museo de Bellas Artes de Viña del Mar Palacio Vergara.
La muestra "Re-proceso" reúne cuadros pintados por Bertini entre 2021 y 2023. "Me motiva mostrar mi último trabajo, hice una recopilación de las mejores cosas que he ido sacando en el último tiempo, incorporado mapas y nuevos tonos como por ejemplo el dorado, el blanco y el amarillo. Hay más pastosidad en todos los cuadros también", señala el artista.
Proceso creativo
Bertini pinta desde que tenía 13 o 14 años. Por ello, el proceso creativo es un tema que hoy enfrenta con mayor madurez, mientras pinta en Quilpué, en Viña o en Laguna Verde.
"Dispongo de diversas telas en diferentes tamaños, también tengo mis pinturas a la mano y tengo un ritmo de trabajo que hoy es un poco más pausado, porque pinto más seguro de lo que voy a realizar. En mi cerebro ya está el cuadro construido, solamente tengo que empezar a resolver temas de composición y armonía, de colorido y de las técnicas que ocupo", explica.
Bertini habla de improvisación, aunque en realidad los bocetos están desde antes en su mente: "Dentro de lo abstracto yo ocupo bastante el dibujo, pero un dibujo mental, la estructura está en mi mente. Hoy en día me enfrento a la tela en blanco sin ningún tipo de temor, me involucro con el cuerpo y el espíritu y eso se transmuta al cuadro. La inspiración me pilla trabajando, a medida que voy pintando el fondo me van llegando ideas y voy aplicando los elementos. Tengo en mi cerebro la mayor parte de las obras, las veo antes y después las ejecuto", señala.
Críticas
Alguna vez conocido como el "niño terrible" de la pintura regional, por sus ácidas y duras críticas contra la institucionalidad, hoy Bertini está más maduro pero no por eso se guarda de criticar aquello que considera incorrecto o injusto con los creadores.
Por ello, dispara contra los fondos de Cultura: "Los proyectos Fondart no son tan amables con los pintores de oficio y de trayectoria, se sigue privilegiando a los artistas que pueden elaborar proyectos más investigativos, lo que se aleja un poco de los cánones plásticos o de tener algún talento", señala.
No se salvan las salas de exposición, de las que critica un protagonismo excesivo, la falta de colaboración y la ausencia de catálogos de calidad que sirvan de registro: "Las salas de exposición se pusieron austeras desde que murió el Papa Juan Pablo II", ironiza
"No hicieron más catálogos ni libros, y la gente que está a cargo de entidades culturales no quiere ser menos que el artista, pero cuando se expone es el minuto del pintor, no de la institución que lo expone ni del director de Cultura, el artista tiene que ser enaltecido puesto que trabaja dos o tres años para exponer una vez por dos semanas y en ese tiempo tiene que ser bien difundido y con un catálogo digno, porque esto es recíproco", señala.
"No puede ser que el artista tenga que ir a colgar los cuadros. Se tiene que valorar al artista", remata Bertini.