Alto Horizonte: familias viven pesadilla por la casa propia
A dos años y medio de su puesta en marcha, el proyecto habitacional para las familias vulnerables de Viña del Mar se encuentra con sus obras detenidas, empresa en quiebra y fuera de la cartera del Minvu en su estado original.
Mauricio Toledo - La Estrella de Valparaíso
El 20 de agosto del 2020, a la altura del 1.100 de la avenida Rubén Hurtado, sector del Olivar, Viña del Mar, Serviu anunciaba "Alto Horizonte", proyecto que construiría 372 viviendas sociales para familias vulnerables de la comuna, convirtiéndose en la materialización del gran y anhelado sueño de un hogar y espacio propio, dirigido especialmente a residentes de la periferia viñamarina.
Cercano a centros de salud, recintos deportivos, colegios y locomoción colectiva, la obra contaba con luz verde del Servicio de Vivienda y Urbanismo para ejecutarse, contribuyendo a la disminución del déficit habitacional de la región con los más grandes porcentajes de campamentos a nivel nacional.
El aviso de vecinos del sector, quienes denunciaron el gran impacto ambiental y la inminente obstrucción del cauce que alimenta el Jardín Botánico de la ciudad, más la presencia del belloto del norte, especie arbórea distinguida como monumento natural, llamó la atención de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), quienes ordenaron detener las labores de edificación, pues infringía la normativa de Bosque Nativo. Además, informa el Serviu "la empresa a cargo de las obras tuvo dificultades financieras que los llevó a la quiebra con la imposibilidad de continuar con el proyecto habitacional". Desde allí, el sueño de la casa propia acabó convirtiéndose en una pesadilla lúcida.
Las obras culminaron con apenas un 30% de avance, levantando 4 de las 19 torres que contenía el proyecto, cuando la estimación de agenda pactaba sus entregas para febrero del año presente.
Hoy, el nuevo director regional del Serviu, Rodrigo Uribe Barahona, informa que "el proyecto Alto Horizonte ya no existe como fue ideado, y en su formato original salió de la cartera de proyectos del Minvu".
Uribe, explica que la salida de cartera en su formato original "permite poder desvincular a las familias que eran sus beneficiarios y beneficiarias para que sus subsidios puedan ser aplicados en adquirir una vivienda de forma individual (...) con los cuales puedes adquirir una vivienda usada, así como también poder vincularse a algún proyecto de Integración social DS19 o adscribirse a alguna iniciativa del Fondo Solidario de Elección de Viviendas".
El autismo, la vejez y la discapacidad son algunas de las condiciones que caracterizan a las familias afectadas, las que han denunciado sentirse vulneradas por las carteras institucionales al no proveer los designios de suelo, vincularlos a otros proyectos y prescindir de sus ahorros a improvisaciones de ejecución pública, sin considerar adecuadamente las necesidades de personas neurodivergentes, adultos mayores, con movilidad reducida y de escasos recursos.
Marjorie Olguín, beneficiaria y dirigente del campamento Manuel Bustos y del Comité de Adelanto y Regularización Copas de Agua, comparte su angustiante experiencia.
"Por rumores, las familias nos enteramos que estaban detenidas las obras, y los proyectos que hay ahora son para Putaendo, San Felipe, Los Andes, siendo imposible que la gente se vaya porque sus redes están acá en Viña. Hay depresión. En mi casa tengo 5 personas con autismo, y se repite la misma situación entre los beneficiarios con problemas cerebrales, discapacitados, mujeres que han perdido su gestación por las condiciones de trayecto. Al final, esa plata está botada porque le sacaron el dinero a las personas, y lo sentimos como una estafa del Estado. Incluso, nos mostraron los pilotos. Es un sueño que ellos pensaban tener, mientras mueren esperando su casa. Jorge Olate, un vecino de 82 años, tiene que ser reubicado por discapacidad y está desesperado. Manuel Guerrero, perdió a su señora esperando su casa. Nadie se está haciendo responsable. Esto es un desastre".
Soledad Vergara y José León, ambos beneficiarios, comentan que "nada ha sido claro. En las reuniones de comité daban una explicación, y después llegaban los rumores por personas que consultaban directo en la obra, y el guardia nos decía que hacía tiempo que no estaban trabajando, solo haciendo limpieza. Las gestiones resultaban por la presión ejercida por nosotros. Cuando se destapó fue porque nos llamaron para ver los pilotos, y José se dio cuenta que los metrajes ofrecidos no cumplían con las medidas. Ese dinero mal gastado debe rendirse. Hay que encontrar al responsable caiga quien caiga, tomando en consideración la cantidad de dinero invertido en primera instancia", añaden.
Sobre la inversión y los edificios que alcanzaron a levantarse en terreno, Rodrigo Uribe, director regional del Serviu, declaró que "en la actualidad estos edificios en construcción son propiedad de Serviu y los equipos técnicos de este servicio como de la Seremi están estudiando las diferentes alternativas para poder desarrollar en este lugar un nuevo proyecto que aún está en materia de definiciones".