Wanderers no llevó fútbol ni alma a Calama
El Decano fue una lágrima en el Zorros del Desierto y cayó inapelablemente frente a Cobreloa. Quizás lo más preocupante fue que con el marcador adverso, los verdes no mostraron ningún argumento para aspirar a algo mejor.
Santiago Wanderers volvió a demostrar que tiene que mejorar demasiado si es que quiere tener alguna posibilidad de volver a Primera División. Los verdes, en una opaca presentación, cayeron sin apelaciones por dos goles a cero ante Cobreloa en Calama, justo antes de un receso de dos semanas en el que, todo parece indicar, que Francisco Palladino seguirá al mando de la banca de la institución.
Los verdes repitieron la oncena que, si bien había derrotado a Unión San Felipe a comienzos de semana, había dejado una estela de preocupación por lo mucho que les costó amarrar un partido que estaba controlado. Y en el Zorros del Desierto todas esas preocupaciones se convirtieron en realidad, ya que los porteños mostraron poco fútbol, y lo que es peor, poca alma para intentar conseguir un resultado positivo.
Recién a los siete minutos de partido, un centro de Juan Carlos Soto por la derecha encontró a un destapado Matías Ballini, quien ante la impávida reacción de la zaga caturra, cabeceó con fuerza hacia el ángulo inferior derecho del golero Fernando Hurtado, quien nada pudo hacer para evitar la apertura de la cuenta.
El grosero error de toda la defensa caturra en el primer tanto no fue casualidad, puesto que siete minutos más tarde, los loínos estuvieron a punto de estirar las cifras con el mismo expediente, solo que esta vez el travesaño salvó al equipo luego del testazo de Gustavo Gotti.
A los 28 minutos llegó la primera aproximación -si es que se puede catalogar así- del Decano. Matías Plaza sacó un venenoso centro que Juan Ignacio Duma estuvo a centímetros de conectar.
Diez minutos más tarde, Gotti tuvo su revancha, esto luego de una displicente e impresentable pérdida de balón por parte de Marcelo Cañete, que a la postre propició el gol del delantero que superó la tibia marca de Andrés Barboza para definir con una sutileza ante la salida de Hurtado.
Sin reacción
Lejos de mejorar en el segundo tiempo, Wanderers no mostró ningún tipo de reacción de cara al complemento. Los cambios de Palladino fueron tardíos y erróneos, mientras los dirigidos por Emiliano Astorga, que ni siquiera se sentó en el banco producto de un castigo, siguieron causando daño fácilmente a través de centros o balones detenidos.
El próximo desafío es Real San Joaquín por Copa Chile. Ganar y pasar de ronda es una obligación para Palladino.