"Levantar la copa en el estadio fue una recompensa a 10 años de batalla"
El historiador porteño alista una segunda edición del libro "Historia de las estrellas ocultas de Wanderers", donde relatará el corolario de la etapa que marcó la validación de los títulos.
Nicolás Arancibia Bórquez
A mediados de abril, Dino Villella llevará a cabo el postergado lanzamiento de su libro "Historia de las estrellas ocultas de Wanderers", investigación que propició el reconocimiento de los títulos que el Decano ganó en los 1941 y 1942 y que en agosto del año pasado fueron reconocidos como campeonatos profesionales por la Federación de Fútbol de Chile.
El recién pasado martes, el historiador fue homenajeado en cancha por el club caturro, en una ceremonia que tuvo como principal novedad el alzamiento del trofeo de la Asociación Porteña de Fútbol, el cual finalmente quedó en manos de la Federación de Fútbol de Chile, entidad que en el corto plazo debería disponer de una réplica que quedará para siempre en las vitrinas caturras.
"Hay personas del ámbito amateur que se consideran propietarios de la copa por haberla tenido en cautela durante 80 años, aunque eso debería estar por arreglarse", adelantó Villella, quien no ocultó el orgullo tras la ovación que recibió en Playa Ancha.
-¿Cuál es su sentir tras el reconocimiento que le dieron?
-Fue muy emotivo, fue un momento muy esperado y un largo sueño que ayer (el martes) llegó a su momento más hermoso. Estuve acompañado de leyendas del club y del presidente de la Federación de Fútbol de Chile, un tipo que vino personalmente no solo a entregar la copa, sino también a ratificar que los dos títulos de Santiago Wanderers son profesionales y legítimos.
-No han sido pocos los que han dudado de la legitimidad de estas coronas en los últimos meses. ¿Qué les puede decir a ellos?
-A aquellos escépticos les digo que no es así. Ayer (el martes) estuvo acá el pleno de la Federación de Fútbol de Chile y nosotros somos poseedores de dos títulos legítimos y profesionales, de la misma altura de los de la ANFP. Los títulos del 41 y 42, obtenidos por Colo Colo y Santiago Morning, fueron ganados en la provincia de Santiago y hasta el año 1945, todos los campeonatos de allá son provinciales. Nosotros pertenecíamos a la provincia del Aconcagua, hoy se llamarían regionales a partir del año 1986, y al final lo que hay que destacar es que el martes la gente pudo desahogarse ante algo que llevaban mucho tiempo en la garganta, gritándole al mundo que fuimos campeones en los años 1941 y 1942, levantando el trofeo que así lo ratifica.
-¿Qué le pareció ver la copa en tan buen estado? Hace unos años usted mismo la rescató de un sótano antes de ser entregada a la Asociación Valparaíso.
-Fue remozada, la federación se encargó de que llegara en muy buen estado, la vimos llegar al estadio en manos del propio presidente del fútbol chileno, y eso fue una ofrenda que le hizo el balompié de nuestro país a Wanderers, buscando resarcir la injusticia a la que el club fue sometido por tantos años.
-La copa finalmente quedó en poder de la Federación de Fútbol de Chile y Wanderers recibirá una réplica. ¿Queda usted conforme con esto?
-El trofeo original es de Wanderers, ningún tribunal en el mundo diría lo contrario. Desde que encontré esa copa, que tenían abandonada en una bodega, todas las dirigencias de la Asociación Valparaíso pensaron que tenía que volver a Wanderers, si yo hasta tuve en mi casa la copa. El tema es que directivas anteriores del club, no la que está actualmente, no hicieron nada durante 80 años. Desde (Jorge) Lafrentz hacia atrás, nunca nadie creyó en mí y nunca le dieron importancia a este tema. Ahora, creo que lo más justo es que se le pueda dar una réplica tanto a Wanderers como a la Asociación Valparaíso junto con la ARFA (Asociación Regional de Fútbol Amateur).
-¿Siente que con esta ceremonia se cierra una etapa para usted tras varios años de investigación?
-Por supuesto, era un sueño inconcluso, siempre dije que me iba a morir el día que se hiciera justicia con Wanderers y ahora me puedo morir tranquilo. Aunque todavía queda lo último, que es conseguir definitivamente el trofeo que nos corresponde. Al final, levantar la copa en el estadio fue una justa recompensa a 10 años de batalla.
-¿Qué se avecina en el futuro de Dino Villella?
-Hay una segunda edición del libro "Historia de las estrellas ocultas de Wanderers" que tengo a medio andar. En ese escrito quiero poner el acta en pleno del reconocimiento de estos dos títulos por parte de la Federación de Fútbol de Chile, también contar los bochornos y episodios que sucedieron en el corolario final de esta investigación. La última página de ese libro se cerrará con la foto de la copa en las vitrinas de nuestro club.
nicolas.arancibia@estrellavalpo.cl