Nicolás Arancibia Bórquez

El propio Francisco Palladino reconoció ayer, tras la sufrida victoria que Santiago Wanderers consiguió por tres goles a dos ante Unión San Felipe, que el duelo tenía "condimentos especiales". Es que sabido era que si el uruguayo no sumaba de a tres ante los del Valle del Aconcagua, su ciclo al mando de la banca del Decano se daría por terminado, y aunque los verdes aprobaron su prueba de fuego, el equipo demostró que todavía le queda un largo camino si es que quiere convertirse en un candidato para subir a Primera.

Luego de un primer tiempo con muchas más luces que sombras, parecía que los porteños se quedarían con la victoria sin pasar mayores contratiempos, pero lo cierto fue que, con un hombre más en cancha, los caturros mostraron una preocupante fragilidad que les pudo costar demasiado cara.

Cuando el reloj marcaba los 28 minutos, Juan Ignacio Duma, que minutos antes se había perdido un gol cantado en el corazón del área, aprovechó una gran combinación entre Marcelo Cañete, Matías Plaza y Carlos Muñoz, para abrir la cuenta con un tibio disparo que contó con la complicidad del golero Pablo Heredia antes de incrustarse en el arco.

Dicha anotación, abrió unos minutos de inspiración para los verdes, quienes aumentaron la cuenta a los 32' gracias a una gran jugada de Lucas Cepeda, quien centró para un destapado Plaza que le cambió el arco al golero sanfelipeño para poner el dos a cero parcial en Playa Ancha.

Siete minutos más tarde, Claudio Meneses puso el tres por cero que ya parecía lapidario con una contorsión en la entrada del área luego de un córner. A la ventaja en el marcador se sumaba además el aliciente de que, tras el gol del central, los del Valle del Aconcagua sufrieron la expulsión de Enzo Ormeño por reclamos.

La mesa parecía servida para que los porteños se quedaran con una victoria sencilla, pero al filo de la primera mitad, tras una mala entrega defensiva por parte de Cepeda, JosePablo Monreal superó la resistencia de Fernando Hurtado -quien volvió a la titularidad en desmedro de Eduardo Miranda- para poner el primer descuento.

En el complemento, Wanderers retrocedió todo lo que parecía haber avanzado en el primer lapso, mostrando un juego absolutamente carente de ambición, a lo que se sumó el cansancio de varios de sus futbolistas, entre ellos Cañete, quien debió ser reemplazado.

Tras el segundo descuento, obra del canterano verde Gabriel Rojas a los 79', el Decano sufrió hasta el último suspiro para quedarse con el triunfo, y si bien también pudieron matar el encuentro a través de contragolpes, nunca mostraron un dominio que les diera tranquilidad para controlar la brega.

"un pequeño alivio"

Tras el lance, y al ser consultado sobre el ultimátum que recibió de parte de la dirigencia, Francisco Palladino indicó que "nuestro cargo está siempre a disposición en esta profesión. Esa es una incomodidad que asumimos (...) y por supuesto que la victoria genera alegría. Nadie la pasa bien cuando los resultados no se dan, así que este es un pequeño alivio, un pequeño respiro, pero esto sigue, esa incomodidad la vamos a tener a lo largo de todo el camino, con la convicción de que vamos a cumplir el objetivo, que es el ascenso".

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