Carabinero atropellado en fiscalización muere y familia hace dura crítica al Presidente
Viuda y hermano del cabo Salazar emplazaron a Gabriel Boric a "ponerse los pantalones", mientras el mandatario aseguró que el Gobierno no los dejará solos. El autor del atropello quedó en prisión.
Leo Riquelme
A las 9.30 horas de ayer fue declarado muerto el cabo primero Alex Salazar, de 37 años, quien fue atropellado en la madrugada del domingo en una fiscalización a clubes nocturnos de Concepción.
De acuerdo al preinforme médico, ingresó al Hospital Regional sin reflejos producto de una fractura en el parietal con hundimiento y con el colapso de su sistema ventricular. Su condición era tan grave que, según los tratantes, no era posible operarlo y se mantuvo para cumplir la voluntad de su familia, que era donar sus órganos.
Salazar era padre de dos niñas e integró por 15 años la institución, de la que formaba parte de su agrupación folclórica y era guía de perros policiales.
El Gobierno expresó su dolor por su deceso. "El delincuente está detenido y le aplicaremos todo el rigor del derecho. Carabineros cuenta con todo nuestro respaldo y su familia no estará sola", tuiteó el Presidente Gabriel Boric.
La familia del cabo, oriunda de Cañete, lo emplazó a tomar medidas contra la delincuencia y de protección a los uniformados. "Para ser Presidente hay que ponerse los pantalones bien puestos", dijo su hermano, Moisés Salazar. "El Gobierno está más preocupado de darles más garantías a los delincuentes que a los carabineros (...) Ellos tienen poco menos que esperar que les disparen para defenderse (...) Ellos están desamparados (...) Él iba a trabajar feliz, amaba lo que hacía (...) Que el Presidente se ponga los pantalones y haga lo que tenga que hacer (...) No ha tenido los pantalones de venir y presentarse acá (...) Yo ahora no lo recibiría, debió venir cuando mi marido estaba acá", agregó su viuda, Marly Victoriano.
La fiscalización fatal
Según lo informado en la audiencia de formalización realizada en Concepción, los carabineros llegaron a las 5.30 horas a avenida Prat, en las inmediaciones de Freire, a fiscalizar una discoteque y botillería que funcionaban fuera de horario.
Los uniformados se encontraron varios autos detenidos de manera irregular, por lo que pidieron refuerzos y comenzaron a efectuar controles de detención, lo que provocó que muchas de las cerca de 150 personas que había en el sector les lanzaran botellas y vasos.
Según registros de cámaras, Jhoyner Bonilla, de 22 años, ciudadano venezolano con residencia legal en Chile desde 2019, estaba ahí pero no lanzó objetos ni fue fiscalizado por Carabineros. Pese a eso, un video mostró que caminó hacia el vehículo que tenía estacionado en la acera, lo hizo partir e impactó a un vehículo policial. Luego, aceleró, golpeó un segundo carro y atropelló a dos carabineros, uno de los cuales era el cabo Alex Salazar.
Los policías trataron de detener el vehículo a punta de balazos, pero su conductor resultó ileso y huyó hacia el Parque Ecuador, donde se estacionó, bajó y ocultó entre otros autos del sector. Ahí fue hallado y detenido.
La defensa de Bonilla esgrimió que no tuvo intención de atropellar a Salazar y que lo hizo por la impericia de conducir en estado de ebriedad, ya lo que los reportes arrojaron que tenía 1,79 gramos de alcohol en la sangre. La jueza Claudia Castillo puso en duda la versión, pues los videos no muestran que tuviera problemas para caminar ni para conducir hasta el Parque Ecuador.
Por tales razones la magistrada acogió su formalización por homicidio simple, conducción bajo estado de ebriedad y dos delitos de maltrato de carabineros. Además, dispuso la prisión preventiva para Bonilla y dictó cuatro meses para la investigación.
Críticas políticas
Antes de que se confirmara el deceso del cabo Salazar, a La Moneda acudió el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, a quien el Gobierno le reprochó que el día anterior, tras visitar a la familia de Salazar, criticara que no se acordaran medidas para resguardar a los policías en sus funciones.
A la salida, Yáñez afirmó que la ministra del Interior, Carolina Tohá, le hizo "observaciones" a sus dichos y afirmó que la institución siente el respaldo del Gobierno. "Siempre la forma se puede mejorar de cómo uno manifiesta o expresa sus ideas, pero aquí hay que preocuparse del fondo", dijo.
En la oposición criticaron el llamado de atención, por lo que Tohá respondió que le entregaron apoyo a la acción policial, pero que para las críticas institucionales "hay espacios técnicos para hacerlo y hay que evitar que eso se confunda con el debate político. Eso es lo sano en democracia".