En los últimos años hemos experimentado avances significativos de participación femenina en un campo históricamente dominado por hombres. La presencia de mujeres en la ciencia no es un tema de equidad de género, también es vital para el avance de la investigación y el progreso de la sociedad en su conjunto.
Según la Unesco, sólo un 30% de los investigadores científicos en el mundo son mujeres. Si bien actualmente hay más mujeres que estudian y trabajan en ciencia, aún hay barreras que impiden su participación y ascenso, como el sesgo de género, falta de modelos a seguir y de apoyo institucional.
En salud, una baja presencia femenina en altos cargos de liderazgo y toma de decisiones puede limitar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad. Un informe de la OPS de la región de las Américas, que incluye a Chile, reportó que las mujeres representan el 75% de la fuerza laboral del sector, pero solo el 28% de los puestos
de liderazgo.
Se necesitan estrategias para promover e incentivar mayores oportunidades en la ciencia como: garantizar el acceso a más niñas de todas las edades para que puedan estudiar y promover el interés por las carreras STEM(ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas); trabajo colaborativo público-privado para garantizar becas y apoyos económicos para estas profesiones; acompañamiento en la inserción laboral con igualdad de condiciones; y promover la investigación liderada por
mujeres a través de concursos
o premios.
La diversidad nos enriquece y permite desarrollar innovaciones que contemplen las necesidades y expectativas de millones de personas en la región. La inclusión de mujeres en la ciencia nos brinda una multiplicidad de perspectivas que enriquecen el conocimiento y ayuda a crear nuevas y mejores soluciones para los desafíos más complejos.
Leticia Murray
Country President de AstraZeneca Cono