Cuello y Celis simbolizan álgido clima político tras el no a la reforma tributaria
Oficialismo y oposición tensionan el debate público nacional y local tras el revés oficialista en la Cámara Baja. Académico explica el conflicto.
Mauricio Toledo - La Estrella de Valparaíso
Entre álgidas declaraciones e incertidumbre estructural se ha envuelto el mundo político tras el rechazo a la reforma tributaria impulsada por el ejecutivo; inasistencias, presiones e influencias enmarcan hoy lo público y el ingreso fiscal como tema país.
En compendio, la reforma tuvo por objetivo modificar la estructura de recaudación de recursos para el Estado, con propósito en aumentar la recaudación de recursos mediante cambios al impuesto a la renta y la implementación del impuesto a la riqueza, entre otras medidas destinadas a evitar la evasión y elusión fiscal.
Raúl Burgos, director ejecutivo del Obsevatorio de Historia y Política de la PUCV, explicó las bases del debate y las implicancias directas en la ciudadanía, señalando que "al gobierno, aumentar los recursos del Fisco le habría permitido financiar diferentes políticas públicas de bienestar social, influyendo directamente en las personas que poseen más recursos, impactando en su patrimonio personal".
El académico, se refiere al punto en confrontación entre el oficialismo y la oposición apuntando que "dichas iniciativas serían cuestionadas por quienes votaron en contra, indicando que afectaría la inversión económica en un contexto de crisis social y económica. Por lo mismo, sectores de la oposición apuntaban que tales iniciativas afectarían especialmente a las pymes, por la incertidumbre del escenario nacional".
Para Burgos, el real problema para la administración central es que "el resultado es un problema para ejecutar la agenda social del gobierno. La necesidad de recaudar recursos o saber con cuánto va a poder disponer en el mediano plazo resulta fundamental para implementar diferentes políticas sociales".
Los diputados del distrito 7 hicieron sus análisis. Por la oposición, el diputado RN, Andrés Célis, sostuvo que "cuando uno aprueba la idea de legislar el sistema financiero, obviamente tiene y sufre un efecto; los bancos dejan de prestar dinero, el capital extranjero deja de invertir porque da señales. Eso es lo que uno quiere evitar con esta pésima reforma, para que las pymes pudieran tener certezas de poder ir a la banca para prestarles dinero".
Desde el oficialismo, el lamento al escrutinio del miércoles es claro. Luis Cuello, diputado del PC, señaló que "el rechazo de la reforma es un golpe alevoso contra la ciudadanía. La oposición impide que suba la Pensión Garantizada Universal a $250.000 a 2,8 millones de jubilados. El financiamiento de las salas cunas, la resolución de las listas de espera, quedan en duda. El resultado de la votación refleja nítidamente que quienes rechazaron privilegiaron los intereses de los poderosos por sobre la calidad de vida de la gente".