Ni a los ambulantes les fue bien ayer
Comerciantes callejeros evidenciaron el bajo flujo festivalero en la cuarta jornada.
Mauricio Toledo - La Estrella de Valparaíso
La cuarta noche del Festival de Viña del Mar apostó por la variedad de géneros y rangos etarios, notándose en la estética y el flujo de público que se acercaba a la Quinta Vergara.
El cierre de Rels B, la apertura de Fito Paéz y el humor de Rodrigo Villegas se fundieron en un mixto que, sin filas, no brindó de grandes ganancias al comercio de los alrededores.
Rosa Pérez, venezolana, durante todas las noches festivaleras se ha instalado vendiendo bebestibles al público ingresante, comentando que las ganancias de ayer no cumplieron las expectativas. "Hoy está muy malo. Pésimo. Pareciera como que no viniera nadie, se ve como un día normal en Viña. Cuando estuvo Karol G se vendió mucho, y hoy tengo el cooler lleno", comentó.
El clásico sandwich de miga con ave y pimentón se hizo presente, y Alejandro Ponce desde Qulpué, se encargó de distribuirlo, y a diferencia de días anteriores, costó más venderlos."Ayer (martes) y los días anteriores había mucha más gente. Hoy se nota que está más lento. La gente quiere el ave pimentón, y en mayoría es para llevarlo dentro, pero me quedan varios más que otros días", agrega.
Con más de 30 años de servicio, José Valentín, porteño del cerro Toro, vende binoculares para quienes buscan ver con detalle a los artistas. La tónica para este clásico producto ayer fue la misma. "Ha estado malo. Donde mejor se vende es afuera de Ripley, en la plaza, pero no puedo ir para allá porque ahora hay mucha seguridad. Antes vendía de 10 a 15 al día, y hoy sólo llevo dos. Ha sido el más bajo en ganancias".