La Casa Blanca afirmó que no hay indicios de actividad extraterrestre
El domingo, el jefe del Comando de Defensa Aeroespacial había dicho "no descartar nada" respecto del origen de los objetos derribados en estos días.
N.E. / EFE
Como si se hubiera vuelto a los veranos de los 90's, la mañana de ayer los matinales hablaban de Objetos Voladores No Identificados (OVNIs). Sin embargo, esta vez no se trataba de avistamientos de fenómenos que podrían haber sido provocados por efectos visuales o cámaras sucias.
Lo que ocurrió fue que el domingo, y por orden del presidente Joe Biden, un avión caza estadounidense derribó un "objeto no identificado" sobre el lago Hurón (EE.UU.), cerca de la frontera del país con Canadá.
El hecho correspondió al cuarto derribo de ese tipo en ocho días, y la operación militar más reciente en una cadena de sucesos en el espacio aéreo norteamericano.
Parte de la razón de los repetidos derribos es una "alerta intensificada" luego de que un globo espía de China fuera detectado sobre el espacio aéreo estadounidense a fines de enero, dijo el general Glen VanHerck, jefe del Comando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (Norad, por su sigla en inglés) y del Comando Norte de EE.UU.. Desde entonces, aviones caza han derribado objetos sobre Canadá y Alaska en los últimos días.
"Hemos estado escudriñando más de cerca nuestro espacio aéreo a estas altitudes, incluso mediante el aumento de la potencia de nuestro radar, lo que podría explicar el incremento (de avistamientos), al menos en parte", sostuvo Melissa Dalton, subsecretaria de Defensa para la defensa nacional de EE.UU..
Las autoridades estadounidenses especificaron que monitorean constantemente el radar en caso de que aparezcan objetos desconocidos y no es raro que cierren el espacio aéreo como precaución para evaluarlos. Pero la respuesta inusualmente enérgica estaba generando cuestionamientos sobre si estaba justificado el uso de tal fuerza, en especial luego de que funcionarios gubernamentales dijeran que los objetos no representaban una gran preocupación para la seguridad nacional y que los derribos se efectuaron por precaución.
VanHerck dijo que EE.UU. ajustó su radar de forma que pudiera rastrear objetos que se desplazan más lentamente. "Con algunos ajustes, ahora pudimos obtener una mejor categorización de los rastreos que efectúa el radar", señaló, "y es por eso que creo que están viendo estos, además de que hay una alerta intensificada para buscar esta información".
¿extraterrestres?
Consultado sobre si las autoridades descartaron que se trate de seres extraterrestres, VanHerck dijo el domingo: "En este momento no he descartado nada".
No obstante, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, aclaró ayer que "no hay indicios de alienígenas o de actividad extraterrestre en estos recientes derribos. Quería asegurarme de que el pueblo estadounidense lo supiera y es importante que lo digamos desde aquí".
Inicio de la actividad
La actividad de defensa antiaérea comenzó a fines de enero, cuando apareció sobre EE.UU. un globo blanco que, según Washington, era de origen chino y sobrevoló el país durante días antes de que lo derribaran frente a la costa de Myrtle Beach, Carolina del Sur. Ese suceso fue transmitido en vivo vía internet.
El último en ser derribado fue detectado primero el sábado en la noche sobre el estado de Montana, pero inicialmente se pensó que era una anomalía. El radar volvió a detectarlo el domingo sobrevolando la península de Michigan y el lago Hurón, según funcionarios del Pentágono.
Las autoridades estadounidenses y canadienses habían restringido cierta parte del espacio aéreo sobre el lago horas antes para que los cazas partieran para interceptar e intentar identificar el objeto. Era octagonal, con cuerdas colgando, pero no tenía carga útil perceptible. Volaba a baja altitud, a unos 6.000 metros, según uno de los funcionarios.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, advirtió ayer que Canadá seguirá actuando contra objetos voladores no identificados (OVNIs) en su espacio aéreo para garantizar la "seguridad" de la aviación y de la población canadiense.
Trudeau declaró desde Whitehorse, la capital del territorio de Yukon, donde el sábado un avión de combate estadounidense derribó un objeto que entró en el espacio aéreo canadiense, que equipos canadienses siguen buscando los restos del artefacto.
La autoridad añadió que es necesario recuperar y analizar los restos del objeto para tener más información sobre su procedencia y misión.