Unidad 142: el carro que salvó la vida de don Emilio en el sur
La primera fuerza de tarea de los bomberos de Valparaíso y Viña del Mar que viajó a la zona 0 se encontró con una situación donde no sabían si saldrían o no con vida, pero se detuvieron y rescataron a un solitario hombre junto a su mascota.
Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso
Los incendios que afectan al sur de nuestro país se han convertido en una sobrecogedora catástrofe que comienza a generar historias que para muchos pasan desapercibidas, pero que para algunos han sido la diferencia entre la vida y la muerte.
Tal es el caso de don Emilio, un campesino de unos 70 años que en Quillón, Región del Ñuble, vio rodeada su humilde casa por las llamas sin posibilidad de escapar. Sin embargo, la milagrosa aparición de un contingente de la fuerza de tarea conformada por los cuerpos de Bomberos de Valparaíso y Viña del Mar cayó del cielo, pues a contrarreloj los chicos buenos no dudaron en detener la Unidad 142 y sin siquiera saber si ellos saldrían con vida del lugar, rescataron a don Emilio que era perseguido por su fiel compañero perruno.
El capitán Delfo González de la 14° Compañía de Bomberos Valparaíso era quien comandaba el carro que transportaba en total a 10 bomberos (Ver recuadro) que hicieron posible el angustiante rescate.
El oficial relató que el martes fueron enviados a Santa Ana del Baúl en apoyo a la Unidad 102 de Viña, pero llegado un punto "fue imposible avanzar con la carga de fuego, el viento y la temperatura".
"Retrocedimos con el carro, pero era muy peligroso, los carros no podían girar porque los caminos eran angostos, estábamos en borde de cerro y sin visibilidad, así que me bajé para guiar al conductor y vi a don Emilio que nos pedía ayuda porque su casa estaba a punto de quemarse".
Solo en la nada
"Fuimos, pero la casa ya estaba en llamas, él quería rescatar a su gatito, pero no lo dejamos y lo subimos al carro. Teníamos que salir de ahí porque la temperatura ya era demasiada alta", contó González, quien detalló que la casa de don Emilio era la única en varias hectáreas a la redonda y que su preocupación posterior era poder ubicar a una yegua que él mismo había evacuado previamente: "Si no se quemó, la voy a tener que vender para poder tener otra casita", contó Delfo González que fueron las palabras de don Emilio.
"Lo subimos al carro con el perro y nos fuimos. Era una zona de muchas pendientes y tuvimos que pasar por una ladera totalmente encendida y ese día ni siquiera había apoyo aéreo. Pasamos por donde no pensamos que íbamos a pasar porque era salir o salir, era salir o quedarnos todos en el carro", relata el oficial de la Bomba del Reino de Bélgica, quien confiesa que "uno siempre tiene temor y sobre todo porque yo estaba a cargo de 9 bomberos más y con don Emilio bajo nuestra custodia".
El capitán González sostiene que pese a la vasta experiencia que Bomberos Valparaíso tiene en incendios, fue una misión compleja: "Es distinto, los tiempos son más cortos, entonces es difícil saber dónde ponerse porque el viento cambia muy rápido".
"Los caminos en los fundos son demasiado angostos, si un carrobomba para, no pueden pasar otros. Al menos en Valparaíso puede pasar un vehículo al lado de otro, allá eso no se da. Entonces, si íbamos 6 o 7 carros y había que devolverse, teníamos que ir marcha atrás y eso era complicado", explica el oficial.
También cuenta que "en Valparaíso tenemos estanques australianos para abastecimiento instalados estratégicamente, pero allá no existe abastecimiento. Los incendios los teníamos a media hora de la carretera y teníamos que salir a buscar grifos porque los primeros días no había camiones cisternas. Estábamos Viña y Valparaíso solos contra todo", cuenta el capitán, comentado que "la misión principal de la fuerza de tarea era resguardar casas".
Fue gratificante
Sumando y restando, el oficial bomberil concluye que la experiencia en el sur "fue gratificante. Hacer una fuerza de tarea fue súper bueno".
"Lo más arriesgado que vivimos fue lo de don Emilio, pero es gratificante haberlo podido ayudar porque estaba solito y podría haber sido una víctima más como las que lamentablemente se han encontrado. El grupo se vino contento", reflexionó finalmente el capitán González.