Mauricio Toledo - La Estrella de Valparaíso

La tragedia del 3 de febrero del 2007 en calle Serrano extirpó por completo la vida comercial de la calle: las fachadas destruidas, el bajo flujo a media tarde y el vacío de una construcción invisible que aparece en el recuerdo de sus habitantes, vuelcan en la ilusión del glorioso barrio puerto con el regreso del edificio La Nave.

El inmueble inaugurado en 1912, consta como un aporte identitario del barrio porteño no sólo desde su valor arquitectónico, sino también urbano. Sus balcones pronunciados, colindantes al edificio de la Armada, exintendencia regional desde el 1912 hasta 1973, son el aprecio histórico que vincula al Valparaíso de ayer con el presente.

En virtud de mantener esta esencia viva, recuperando el valor comercial y público del barrio puerto, la Municipalidad de Valparaíso se ha hecho cargo de su retorno destinándolo a departamentos administrativos comunales, juzgados y la habilitación de su subterráneo para encuentros, talleres, conversatorios, e incluso, posibles exposiciones itinerantes, ya sea organizadas por la municipalidad o por organizaciones comunitarias.

Carla Meyer, administradora municipal (s), detalla cómo va avanza este proceso tras la determinación aprobada por el Concejo Municipal.

"El proyecto de arquitectura ya se encuentra aprobado y está a la espera de las intervenciones necesarias para su funcionamiento. Cuando se habilite, atenderán los tres Juzgados de Policía Local y la Dirección de Desarrollo Económico con sus departamentos de Ascensores, Turismo, Patrimonio, Archivo Histórico, además de Rentas y Patentes, entre otros. La llegada de la municipalidad al barrio fundacional de Valparaíso espera que se reactive comercialmente el sector, aumentando la circulación de porteños y porteñas que podrán acceder al comercio y gastronomía que ofrece el sector, considerando que se han ido abriendo nuevos locales, lo que generará más seguridad comunitaria", detalla.

Para vecinos y comerciantes de Serrano, la noticia evoca altas expectativas tras el abandono popular e institucional que tuvo durante 16 años la calle de los adoquines.

Claudia Echeverría, trabajadora de panadería Serrano, comenta sobre la situación actual del comercio en el sector, y expresa sus apreciaciones sobre la próxima apertura del inmueble.

"A las 6:00 de la tarde aquí ya no anda nadie. Todos los negocios tenemos que cerrar. En esta panadería estoy hace poco, pero antes trabajaba en el mercado puerto. Este es mi barrio de pequeña, y la diferencia después de la explosión es total. Esta calle murió, más que dejó de pasar locomoción, y cuando andaban micros teníamos más visibilidad. Se nota el cambio de flujo cuando cierran las otras calles por shows y las micros tienen que pasar por aquí. Sería bueno que pase", cuenta.

La explosión que afectó a Serrano aún mantiene abiertas las heridas de su gente. Omar Muñoz, guardia de seguridad del edificio en remodelación, quiso compartir su experiencia como rescatista en la tragedia y apreciaciones de la obra.

"Sobre lo que aconteció el 2007, era voluntario de bomberos de la 9na. Ahí supe de la muerte de amigos y conocidos. Estuvimos como 7 días trabajando en remoción de escombros buscando sobrevientes. Hoy, el flujo de gente es mayor y preguntan por la historia de la calle, la explosión y La Nave, y con su apertura espero que haya mayor tránsito", comenta.

Juan Saéz, vecino del sector, y con más de 40 años de recorrido en el lugar, agrega: "Por lógica, si abre el edificio como oficina municipal, va a venir más público por una imagen de autoridad en la vía. Nos sentiríamos más seguros y protegidos. Después de la explosión quedaron muchos edificios abandonados, y la calle declarada patrimonio de la humanidad, no podemos construir ni remodelar sin permiso de monumentos nacionales. Eso es una traba gigantesca.

En voz de los locatario de la calle, Moisés Gutiérrez, presidente de la asociación de comerciantes de Serrano, enfatiza que aún no ha de celebrar, pero sí debe mirarse con buenos ojos el regreso del edificio.

"Veo bien la instalación del edificio (La Nave) porque es un factor que nos ayudaría a revitalizarnos. Llevo en Serrano más de 20 años, me tocó la explosión del 2007, y con todas las administraciones que han pasado, ofreciéndonos cosas y maravillas, valoro la apertura del ascensor Cordillera y la vuelta del inmueble con instituciones públicas. Todavía no vamos a celebrar, pero sí estamos expectantes porque creemos que puede ser una buena alternativa par aumentar el flujo público. Nos ayudaría también si pasa más flujo de locomoción colectiva, permitiendo visualizar las tiendas y el acercamiento de la gente. Esperamos que este anuncio sea el renacer de Serrano y un nuevo comienzo para poder sacar adelante la calle", afirmó.