El esperado retorno de 230 voluntarios al Hospital Fricke
Ad honorem y con una vocación de servicio admirable, personas de diferentes organizaciones han vuelto a sus labores para asistir y acompañar a los pacientes y usuarios colaborando así con el personal de salud post pandemia.
Javiera Narváez - La Estrella Valparaíso
Superadas las fases más críticas de la pandemia por el COVID-19, poco a poco se han ido reincorporando a sus labores habituales 230 voluntarios de 19 organizaciones que prestan crucial ayuda en distintos ámbitos en el Hospital Dr. Gustavo Fricke de Viña del Mar con un trabajo de preparación progresivo para su incorporación de labores en el recinto, centrado fundamentalmente en estrictas y cuidades medidas de higiene.
La encargada de la Unidad de Participación Social y Trato Usuario del Hospital, Priscilla Luna, señaló: "Hubo que restringir los accesos, principalmente porque nuestras agrupaciones están representadas por mujeres mayores. Por lo tanto, también había un deber de parte nuestra del cuidado de ellas y sus familias. Los voluntariados estuvieron presentes durante toda la pandemia, desde el punto de vista de la gestión. No dejaron en ningún momento de gestionar aportes".
Para poder participar con sus diferentes labores dentro del hospital debieron cumplir con ciertos requisitos de protección, como tener las vacunas al día y mantener las medidas de higiene del lugar: lavado de manos, uso de guantes y mascarillas, entre otros.
Las que forman una parte esencial del hospital, son las damas de blanco, una de las voluntarias, Delfina Segura, que lleva 18 años trabajando en el Hospital, afirmó: "Nuestro trabajo consiste primordialmente en la parte espiritual, orando por el enfermo, hablando la palabra de Dios. También trabajamos integralmente con el paciente, lo bañamos, le hacemos masajes, desinfectamos y hacemos camas, estamos siempre atentas a cada necesidad".
Esta organización lleva más de 30 años, actualmente son 21 personas trabajando activamente en el hospital, ofreciendo ayuda espiritual y ayudar a complementar el trabajo del enfermero o el técnico hospitalario.
La voluntaria y coordinadora de las damas asevinas (asociación integral vicentina), Isabel Flores, comentó: "Hace como seis años pertenecemos y venimos en forma voluntaria, nos presentamos y nos ofrecemos para trabajar dentro del hospital, desde esos años hemos recibido formación personal y conocimiento del servicio dentro del voluntariado, por ejemplo, nosotros hicimos un curso de alimentación asistida, donde nos preparamos antes de la pandemia para aprender la forma de darle almuerzo a los enfermos".
No solamente se ofrecen para ayudar con trabajo presencial en el hospital, también ayudan en los colegios con ayudas caritativas como comedores abiertos. Se van acomodando a los distintos recintos y horarios porque son pocas las que se encuentran trabajando, pero a nivel nacional son alrededor de 100 socias que trabajan en distintas regiones del país.
La presidenta de la cooperación "Amor y Vida" de ayuda al cáncer infantil, Marcela Parra, afirmó: "Nosotros aportamos con voluntarios, pañales, leche, algunos medicamentos, ayuda económica en algunos casos excepcionales, además visitamos a los niños mientras están en su tratamiento porque hay niños que están esperando control y otros que están en tratamiento de quimioterapia, también le entregamos lo que podríamos para ayudar, también en los niños que se encuentran en las salas hospitalizados".
Son entre 14 y 16 voluntarios que se encuentran disponibles para poder volver a trabajar dentro del hospital. "Mientras tanto lo que nosotras queremos es volver, la situación social es lo que nos va indicar cuándo y cómo, pero ya estamos vacunados porque si no estamos vacunadas no podemos entrar a ningún turno y con un orden preestablecido".
La presidenta de la Beneficencia Damas Israelitas, Patricia Fuenzalida, pertenece a una de las organizaciones que llevan más años colaborando con el hospital, con más de 50 años se dedican a ayudar en kinesiología, que en esos tiempos no existía.
Actualmente se dedican a la unidad de prematuros, sobre todo aportando con suplementos alimenticios, vitaminas, sacaleches y regalos para los recién nacidos. "Paulatinamente nos fuimos, no incorporándonos físicamente al hospital, sino que con ayuda a distintos servicios, pero enfocados en el área materno infantil, hemos apoyado principalmente al área de lactancia".
Incluso durante la pandemia seguían ayudando al hospital, ya que las mamás no podrían ir presencialmente a alimentar a sus hijos, las damas se encargaban de proporcionar los sacaleches.