Camila Rojas Vargas - La Estrella de Valparaíso

Seis días cumplió desaparecida María José Antonia Vicencio Vásquez, una niña de 12 años que salió desde su casa ubicada en el límite entre Santa Julia y Mirador de Reñaca, a las 04:45 horas del martes 24 de enero, sin dar aviso alguno.

A eso de las 07:00 horas su mamá se percató de que la niña no estaba y tomó contacto inmediato con la conserjería para revisar las cámaras de seguridad, las que captaron a dos individuos que la esperaron durante quince minutos y con quienes se fue.

"Como a las tres de la mañana veo a la María José pasar al baño de mi pieza pero entró y salió altiro, seguramente, yo pienso, que fue para ver si me había quedado dormida. Al rato después, ahora sé que fue a la hora que ella salió, sentí la puerta pero como yo vivo en departamento y se siente la bulla de al lado pensamos con mi marido que no era en nuestra casa, entonces seguimos durmiendo", señaló Verónica Vásquez Morales, madre de la niña que pasó a séptimo básico en el colegio Juanita Fernández de la misma comuna y que vive junto a sus padres y dos hermanos, de 20 años y 25 años, en el condominio Parque Nororiente.

"Yo llamé a la conserjería para pedir las cámaras del condominio, fuimos y se ve todo. Llegaron dos tipos como 15 minutos antes de que ella saliera. A uno se le ve un poco el rostro, pero no al 100% porque estaba oscuro. Uno llevaba un jockey blanco y vestimenta de buzo, como un Nike, negro con franjas blancas. El otro tenía puesto un polerón rojo. El del gorro se veía más hombre, más grande que el otro, aunque los dos eran mucho mayores que la Cote. Se ve cómo ellos dos estaban mirando para adentro del condominio, como esperando a alguien y de repente vemos que la María José sale", indicó Verónica.

Sospechas

En la cinta también se ve que la niña le entrega una mochila negra al hombre de jockey, quien por breves momentos toma una dirección contraria al individuo de rojo para abandonar el sector.

"Ellos tres cruzan a la calle de enfrente, pero el del gorro camina para abajo (hacia Santa Julia) y mi hija con el otro tipo van para arriba (hacia el Camino Internacional); después se devuelven y se pierden, la cámara captó hasta ahí", describió Vásquez.

Ella no los identifica como personas conocidas pero sí se le vino a la mente una situación particular que involucra a un hombre de características físicas similares a uno de ellos.

"Una vez yo salí a buscarla acá al condominio porque no me contestaba el celular; pasa que cuando ella salía a juntarse con las amigas la llamaba cada 15 minutos, a veces cada media hora, y le preguntaba dónde estaba, ella me decía 'mamá, mirame por la ventana, estoy acá en el jardín con las chiquillas'. Un día le dije por teléfono que se entrara a la casa porque ya era tarde y no sé qué me dio con ir a mirar y vi a un tipo, parecido al del buzo, que se despidió de la Cote y siguió caminando en dirección a la salida del condominio. Yo le pregunté con quién estaba, quién era, porque me llamó la atención, no me gustó porque lo vi más grande. Ella me dijo que no pasaba nada, que solo estaba con las amigas, pero yo le dije que tuviera cuidado", indicó.

Vásquez comentó que durante el día 23 de enero su comportamiento fue normal, no parecía inquieta ni hubo discusiones como para que llegase a pasar por su mente irse de la casa.

Hasta hoy su teléfono permanece apagado, tampoco le llegan los mensajes de Whatsapp y no contesta los mensajes de texto, algo que es extraño en ella ya que siempre está en contacto con su familia y suele pasar mucho tiempo con su madre.

"Nosotros éramos súper aprensivos con ella, yo me asustaba mucho de darle permiso, yo soy súper desconfiada. Si ella iba al pan yo la miraba desde el balcón", finalizó.