La obra inmersiva que nos conecta con el autismo
"Inusual mundo autista" invita al público a involucrarse y sensibilizarse sobre el espectro, a través de diez estaciones. La Estrella conoció la experiencia en el teatro del Parque Cultural de Valparaíso.
Javiera Narváez - La Estrella Valparaíso
¿Cómo es el mundo desde la perspectiva de una persona con Trastorno del espectro autista (TEA)? Eso es lo que busca transmitir la obra "Inusual mundo autista", montaje que ofrece una experiencia perceptiva con diez estaciones, donde los espectadores transitan libremente para involucrarse y sensibilizarse sobre el espectro autista.
Dirigida por la académica de la Facultad de Arte de la Universidad de Playa Ancha, Jenny Pino Madariaga, la obra se presentó recientemente en el teatro del Parque Cultural de Valparaíso, con funciones a tablero vuelto, lo que demuestra el interés en la temática.
El montaje considera precauciones para las personas neurodivergentes, como un libro que anticipa la obra y audífonos para diferentes estímulos sonoros, iniciando además con un pequeño video de bienvenida.
La directora y académica de Teatro de la Facultad de Arte de la Universidad de Playa Ancha, Jenny Pino expresa: "Nosotros tuvimos que hacer un trabajo bien profundo de investigación, nos demoramos tres años en poder tener cierta certeza, siempre entendiendo que esto no es una verdad absoluta del autismo, sino que es una experiencia para acercarnos a la temática, para hablar sobre la diferencia".
La instalación se puede recorrer de la forma en la que el espectador quiera y también se puede salir si se siente agobiado por demasiado estímulo. Además, cuenta con la "Estación Respira: Instalación", con dos cabinas de calma que funcionan como espacio de contención para tomarse un tiempo y regular la estimulación sensorial.
Etapas de la vida
"Inusual mundo autista" considera un circuito de diez estaciones con efectos sonoros, visuales y esculturas de Roberto Bascuñán.
Una de las etapas, por ejemplo hace referencia a la niñez de las personas que no son neurotípicas. Los intérpretes Daniela Alcaide y Diego Chávez representan una escena de una madre y su hijo diagnosticado con TEA.
En la "Estación Adolecer", que cuenta con la participación de la actriz Marisol López, se lleva a experimentar el final de la infancia y el tránsito a la edad adulta.
La sección de la adultez incluye un montaje con luces y frases que conectan esta etapa de la vida con el universo autista, sus necesidades, habilidades, desafíos y proyecciones.
Para esta puesta en escena, se entrevistó a personas con TEA y, a partir de esas conversaciones, se pueden leer frases como "empecé a fingir con las personas", "no me ven con una dificultad física", "siento que no pertenezco a esta sociedad" y "no comprendo la existencia a medias".
Otra de las estaciones cuenta la historia de la condición autista exponiendo la línea de tiempo de los eventos, las personas y las acciones relevantes, como la primera descripción de las características de las personas autistas o la promoción de sus derechos. Tiene elementos con colores verde y anaranjado fosforescentes, con algunas piezas que se pueden manipular con libertad.
Sonidos
La "Estación Invisible: Teatro Lambe Lambe" es una de las que más llama la atención del público, sobre todo de niños y niñas, con animaciones de pequeños muñecos y objetos acompañados de un relato y/o música para ser visto dentro de una caja escénica, diseñado para ser mostrado solo para un espectador.
Cuenta con una dimensión auditiva con audífonos y propone una experiencia que muestra la percepción de los sonidos para la gran mayoría de las personas autistas, quienes reciben la sonoridad de modo diferente en distintos oídos o zonas de la cabeza.
Al final de la obra se hace un conversatorio con la directora y los intérpretes para que los espectadores puedan participar y dar retroalimentación para nutrir la experiencia. También es una forma de darle espacio a las personas neurodivergentes que asisten como público para poder expresarse.
Uno de los intérpretes, Diego Chávez, comenta: "El trabajo para los actores partió con una experiencia de vinculación, con la Fundación Autismo Viña hicimos talleres para los niñes autistas, hablamos con un neurólogo que también estuvo presente en el recorrido. Aparte de eso, estudiamos bibliografía sobre el autismo y trabajamos material testimonial, hicimos conversatorios sobre distintos ámbitos de la vida con profesores, docentes, padres y madres cuidadores".