Francisca Palma Schiller

Acompañada de tres imágenes, el pasado viernes, el alcalde Jorge Sharp publicó en sus redes sociales una llamativa noticia para el centro de Valparaíso: "La plaza Aníbal Pinto tendrá nueva cara", en referencia al mural que ya comenzó a pintarse en el edificio Cooperativa Vitalicia, una de las fachadas quizás más veces grafiteadas y pintadas de la ciudad.

Con la autorización del Consejo de Monumentos, la semana pasada comenzaron los preparativos y ayer se pudieron ver los bosquejos de lo que será la obra, que según el alcalde será una representación porteña en manos de la agrupación Arte en tu Barrio.

La noticia, que fue anunciada con bombos y platillos por la Municipalidad, se enmarca dentro de los esfuerzos que lleva adelante la alcaldía en cuanto a recuperación, limpieza e intervención de fachadas a lo largo de la ciudad a través del "Proyecto Arcoíris".

En esta línea, el alcalde Jorge Sharp, afirmó sentirse entusiasmado con el comienzo del mural, ya que según él es un proyecto muy esperado por los locatarios y la comunidad.

"Estamos felices de poder dar el vamos a este esperado proyecto, sabemos que los murales no solo entregan una armonía visual a quienes transitan este lugar, sino también nos permitirá ir recuperando este sector comercial muy importante para nuestra ciudad", declaró.

Los detalles

Sobre el artista a cargo de pintar el mural, la Municipalidad explicó que en septiembre del 2022 se realizó un concurso, el cual tuvo como ganador a Giovanni Zamora, muralista porteño con amplia trayectoria.

Para determinar el diseño del mural en particular, el colectivo muralista ejecutó una serie de talleres participativos con la comunidad, donde se trabajó en el diseño de forma conjunta, a partir de antecedentes históricos de esta zona típica de Valparaíso.

Así, durante enero se estará realizando el mural en el Edificio Cooperativa Vitalicia y para ello, el Municipio tiene contempladas una serie de medidas de seguridad para resguardar el trabajo y la pintura. En ese sentido, se instalará un vigilante nocturno desde el inicio hasta el término del mural, también se reforzará la vigilancia a través de los vehículos de patrullaje preventivo comunitario, se mantendrá la limpieza del sector de manera constante y se facilitarán baños públicos para el equipo de muralistas.

Una vez finalizado el trabajo, se hará la inauguración, donde la comunidad podrá apreciar la iniciativa.

Controversia

Pese a que el Municipio mira con esperanza la creación de este mural patrimonial, hay otros que no están del todo de acuerdo con esta intervención.

Mientras algunos señalan que la pintura no detendrá los rayados, a menos que exista una fiscalización real y multas ejemplificadoras, otros aseguran que la iniciativa "es como tatuarse la cara". Así lo indicó el concejal de la ciudad Puerto, Daniel Morales y residente del edificio. "Creer que en un mural se juega la gestión patrimonial de Valparaíso es amateur", aseveró.

"En 20 años, desde la inscripción del sitio patrimonio mundial de Valparaíso, no hay reglas claras en temas de construcciones y de intervenciones urbanas, lo que es algo imperdonable. Asimismo, tampoco hay un plan de gestión patrimonial y eso hace que, por ejemplo, un simple mural genere una controversia como ésta, ya que habitualmente los murales son diseñados o se hacen en los muros ciegos de los edificios, en los cortafuegos, en los muros medianeros, pero un mural en la fachada principal de un edificio tan importante como el de la Cooperativa Vitalicia, es como tatuarse la cara, entonces, ante la falta de reglas claras, va a depender de la opinión de cada persona sobre si le gusta o no", aseguró la autoridad local, quien subrayó también que "esta administración municipal ha desestimado o prescindido de una serie de profesionales locales de altísimo nivel".

"En Valparaíso hay una serie de profesionales, gente ligada al patrimonio, que participó desde la nominación del título -de patrimonio de la ciudad- y del trabajo posterior, que no sé si contamos con ellos hoy en día, que eran como para jugar un mundial de fútbol y que en el centro del debate hoy esté un mural, eso quiere decir entonces que la gestión patrimonial del Municipio no alcanza ni siquiera para una pichanga de patio", agregó.

Para el también arquitecto, el debate debería estar centrado en proyectos e iniciativas esperadas por la ciudad, tales como la apertura de todos los ascensores o la construcción del Parque Barón.

"Lo que debería estar en el centro del debate, más que un mural, deberían ser cuáles son las fechas reales y próximas en las cuales deberíamos tener todos los ascensores funcionando, los que faltan por diseñar, diseñarlos, los que faltan terminar su construcción, terminarlos, quienes faltan iniciar su construcción, iniciarlas; cuándo se retoma Neurociencia, cuándo se retoma Parque Barón, cuándo tenemos proyectos de viviendas sociales en los sitios eriazos, cuándo tendremos edificios institucionales en la gran cantidad de sitios eriazos del plan de la ciudad, en fin. Esos son los temas que deberíamos estar discutiendo y no centrar el desarrollo patrimonial de la ciudad en base a un mural, eso realmente desmotiva, genera una gran desesperanza", analizó Morales.

Perpetuar la identidad

Quien tuvo una mirada más positiva de esta intervención fue la concejala Camila Nieto, quien catalogó esta expresión como necesaria para "perpetuar la identidad porteña". A su vez, también reconoció que la ciudad necesita de otras políticas públicas para salir adelante.

"Este mural es parte de los esfuerzos que se están haciendo para la recuperación de las fachadas e imagen del plan de Valparaíso. Creo que la comuna necesita de expresiones artísticas que contribuyan a perpetuar la identidad porteña, sin embargo también necesitamos fomentar la creación de políticas públicas que fomenten la inversión, el desarrollo turístico y económico, respecto de esto el Municipio juega un rol importante. Con todo, veo con preocupación la percepción internacional que se está teniendo sobre la comuna, lo cual afecta a una de las actividades principales, el turismo", destacó la autoridad local, quien también hizo un llamado a respetar "cada uno de los espacios que se van recuperando".

4 meses atrás, en septiembre, se inició un concurso para elegir al artista encargado de este proyecto.

Rodrigo Díaz, conocido abogado de Valparaíso y vecino del edificio en cuestión, calificó la decisión como un error. Para el porteño, el inmueble cuenta con características muy particulares como para instalar un mural en su frontis. Por otra parte, mencionó que este trabajo "es una forma de encubrir la ausencia de fiscalización del debido cuidado de edificios de estas características en todo el plan de Valparaíso". "Es un error porque las características del edificio son muy especiales: es un testimonio de lo que es la arquitectura austera de la ciudad. Son pocos los edificios, como éste, que son típicos de mediados del siglo pasado, muy republicano y sus características lo hacen ser uno de los pocos puntos de descanso visual que existe en el plan de la ciudad. Pretenden colocar un mural donde el entorno en el cual se emplaza es una zona profundamente saturada en términos visuales", reflexionó.