Una radio que celebra la diferencia
Radio Diferencia lleva más de 16 años emitiendo programas sobre la importancia de la salud mental. La emisora, la primera en su tipo en Chile, es desarrollada por usuarios del hospital siquiátrico El Salvador, quienes se preparan en cursos de periodismo radiofónico en la Upla.
Por Francisca López | Fotos de Agencia Uno
"La salud mental lo es todo", dice Juan Valenzuela, artista y cofundador de radio Diferencia, emisora creada por usuarios del hospital siquiátrico El Salvador en 2005, la primera en su tipo en Chile. "Sin salud mental, no tenemos salud física. Sin salud física no estamos bien de nuestra siquis", agrega.
Radio Diferencia partió como un taller. Fue gracias al periodista Sergio Olivares, que trabajaba en el hospital El Salvador, quien se inspiró en la radio La Colifata de Argentina y quiso hacer algo similar en Valparaíso. "Él me invitó a mí y a otro integrante de esa época a formar parte del proyecto. Nos dejó la inquietud y nos echó el aceite a las ruedas para que siguiera rotando", cuenta Valenzuela.
El nombre fue creado democráticamente entre los integrantes de la emisora en marzo de 2005. "Fui yo quien lo inventó, porque nosotros somos diferentes, querámoslo o no, estamos dentro de las minorías de este país. En ese sentido, nuestro lema fue la voz de los sin voz", dice Valenzuela.
"Nosotros grabábamos el programa, pues en ese periodo no existían las aplicaciones de ahora. En la medida que lo hacíamos, se fueron interesando otras emisoras que no tenían nada que ver con salud mental, pero que sí les interesaba el tema. Por tanto, comenzaron a retransmitir", añade.
Entre las radios que participaron estuvieron Valentín Letelier, de la UV, y Gómez Millas, de la Universidad de Chile, entre otras.
El artista es enfático en señalar que este proyecto nació con la idea de plantear temáticas que normalmente no están en la agenda pública.
"No hay sicoeducación en los colegios, en las universidades, ni qué decir de los medios de comunicación. Incluso muchas veces les planteo a los periodistas, si ellos tienen una formación con respecto al tema. ¿Cómo enfrentan una noticia, por ejemplo, de una persona que tiene una discapacidad y que cometió un delito? Ahí hay un tema bien delicado, que es cómo tú la presentas sin caer en la estigmatización de relacionar lo malo con la enfermedad mental", explica Valenzuela.
un taller que crece
Mientras sucede esta conversación, diversas personas llegan al frontis de la Universidad de Playa Ancha. Se saludan entre sí. Se comparten comida. Esperan al profesor César Pacheco, quien en esta oportunidad los llevará a un sector de la biblioteca para realizar un taller radiofónico, parte de un proyecto de vinculación con el medio.
A raíz de la radio, se empezaron a generar encuentros culturales, ponencias y conciertos en el hospital El Salvador. "Una vez para el programa, entrevistamos a una representante de la OMS, a cantantes, doctores y científicos", dice con nostalgia Juan.
El 2010 radio La Colifata organizó un encuentro mundial de radios comunitarias; fue en ese entonces, cuando la emisora los invitó. Además de eso, Juan comenta que viajó a Rusia para representar a la radio La Diferencia en un encuentro cultural: "Nosotros estamos dentro de esta red internacional que nos ayuda a conectarnos entre personas y a saber sobre otras experiencias radiofónicas".
A raíz del estallido social y de la pandemia, los encuentros y las emisiones se hicieron cada vez más escasos. "Antes de la pandemia, ya veníamos con una baja… Poca gente, poca participación", dice Valenzuela. Sin embargo, este año el proyecto fue retomado: "En enero empezamos a conformar la directiva. Esta directiva fue compuesta por personas que eran profesionales que apoyaban a la radio. No quería que la idea no desapareciera, por eso hice lo que hice".
Actualmente la radio está en el proceso de articulación de una nueva parrilla programática. Antes elaboraban programas y los socializaban a través de diversas emisoras comunitarias. La meta es comenzar a emitir su programación de nuevo desde el próximo año.
Valenzuela hace una pausa, mira al horizonte. Toma aire. "Las enfermedades de la siquis están asociadas a lo malo, a la violencia, droga, vagancia. Se cree que son un problema, un gasto para el Estado… Entonces la sociedad nos va haciendo diferentes… Lamentablemente nos van aislando y haciendo sentir distintos. Por eso necesitamos hacer radio, para sicoeducar y mandar un mensaje a la población, sicoedúquense", reflexiona mientras va yendo, junto a sus compañeros, a la clase de reportaje y entrevista.
La clase
Hay cerca de 15 personas sentadas en la sala de la biblioteca de la Universidad de Playa Ancha. Todos tienen sus lápices, cuadernos. Están deseosos de aprender, quizás más deseos que algún estudiante de periodismo. Entra a la sala el periodista Hugo Torrejón. Les pasa unas fotocopias que él mismo hizo. Se para enfrente de la clase. "La radio es un medio fugaz, por tanto tiene una estructura diferente", dice.
El académico del área de Comunicación Sonora de la Universidad de Playa Ancha, doctor César Pacheco, comenta El Rayo que llegó a Radio Diferencia por la presidenta, Camila Reyes: "Ella me invita en mi calidad de profesor del curso periodismo radiofónico a apoyar en su trabajo que estaba haciendo en su proceso de rearticulación. Ellos se juntan los sábados, y comencé hace tres meses a asistir a las reuniones y justamente en el marco de vinculación con el medio, pensamos en un espacio donde podríamos aportar, nexo que se transformó, con el paso del tiempo, en el levantamiento de ciertas necesidades, fundamentalmente de capacitación en torno a temas vinculados a la comunicación sonora. Lo que se materializó en un primer curso, que esperamos que sea el primero de muchos".
El académico dice que es un proceso de aprendizaje mutuo, "fundamentalmente desde la pasión que tiene cada uno de los integrantes respecto al hacer radio. Es un amor increíble frente a este medio de comunicación, que para uno resulta realmente motivante".
En cuanto a la importancia que genera la radio, el profesor comenta que "es un medio que es muy económico de levantar y considerando la actual sociedad, es mucho más barato hacer radio ahora que hace algunos años. Entonces parte fundamentalmente como algo tan básico como el derecho a la comunicación, es decir, más allá de nuestras características, condiciones y culturas, cada grupo humano tiene ese derecho natural de contar y crear sus propias agendas de temas".
Asimismo, señala que hay evidencia empírica de que este tipo de instancias contribuyen también al bienestar de quienes desarrollan estas actividades. No obstante, indica que "lamentablemente en el mundo que corremos, la diversidad es marginada, es invisibilizada y justamente en ese acto de invisibilización perdimos la humanidad, esa humanidad que se construye a través de las prácticas comunicacionales".
El profesor Hugo Torrejón sale emocionado de la clase. Los ojos le brillan. Suspira… "La pasión de los que desarrollan el oficio radiofónico es un acto de rebeldía y un grito diciendo: acá estamos y que merecen ser escuchados", dice.