Aseguran que tesorera dejó sin fiesta de graduación a 4° medio
A través de redes sociales, apoderados del colegio Esperanza de Quilpué denunciaron que los seis millones que juntaron para la actividad se esfumaron.
Apoderados ya se habían pedido el día libre en sus trabajos y sus hijos, alumnos del colegio Esperanza de Quilpué, tenían sus trajes listos para vivir una de los festejos más importantes de sus vidas: la esperada fiesta de graduación de 4° medio.
Sin embargo, aquella ilusión se rompió en cosa de segundos. Según revelan los padres de los estudiantes, la tesorera del curso habría desviado los 6 millones de pesos que se juntaron durante años para pagar la esperada celebración en un prestigioso centro de eventos de Olmué. Tan solo unas horas antes del gran día, se enteraron de la situación. "Jugó con los sueños de todo un cuarto medio", aseguran.
"Ella juntó los dineros durante los cuatro años de media. Este año, a principio de año, hizo la reserva sola, a través de un abono de 500 mil pesos, y nos dijo que estaba todo listo; sin embargo, cuando uno le pedía comprobante, no mostraba nada. Hubo varios conflictos en torno a la fiesta", explica Yanina Jara, una de las apoderadas afectadas, quien asegura que la situación detonó el miércoles de esta semana, un día antes de la fiesta.
"Ella subió un comunicado donde decía que el local nos había cancelado la fiesta y que nos habían corrido la fecha, pero que ella no iba a aceptarlo, porque era en enero. Nos pidió que por favor no nos comunicáramos con el centro para no generar conflictos. Pese a esa solicitud, uno de los papás llamó al centro y dijeron que no había pago, que la fiesta no se podía realizar porque no se había cancelado. Dieron la posibilidad para pagar hasta las diez de la noche e incluso hasta horas de la mañana, sin embargo, ella no tenía la plata", añade Yanina.
Con una suma de interrogantes y molestia, un grupo de apoderados se acercó a la casa de la tesorera para encontrar explicaciones. En la oportunidad, "ella sostenía que sí había pagado, que el centro era el que estaba mintiendo. Después dijo que tenía un problema con la cuenta, que no podía transferir y ya al final reconoció que se había robado la plata".
Un costo emocional
Más allá de lo económico -cifra que asciende a los 6 millones de pesos- los apoderados aseguran que también hay un costo emocional: sus hijos ya se habían ilusionado con este importante día.
"Nosotros, por ejemplo, somos una familia de escasos recursos y como tenemos estos problemas, a mi hijo le habían donado las tres entradas porque es presidente de curso y alumno destacado. Estábamos comprometidos con el tema, pedí permiso en el trabajo y es complicado. El sábado realizarán de todas maneras una actividad que se pudo coordinar gracias a la cooperación de todos en una parcela, pero yo ya no voy a poder ir", nos cuenta Yanina.
Sentimiento que también comparte José Luis Reyes, otro de los apoderados del 4° C. "Como padre me sacrifiqué con mi hija, con su vestido, sus zapatos, imagínate que ella ya se había hecho hasta sus pestañas. Aquí hay todo un esfuerzo detrás, y no solamente yo, sino que por parte de las familias de los 44 alumnos del curso. Hay mucha impotencia", devela Reyes, quien asegura que dejaron todo en manos de la justicia a través de una denuncia.