Alfarería chilena y toque de campanas postulan a lista de Patrimonio Mundial
La alfarería tradicional de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, en CHile; el toque manual de campanas característico de las iglesias de España; y un singular método de traslado de madera por los ríos de Europa, postulan a ser inscritos en las listas de patrimonio inmaterial que serán examinadas por el Comité de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco entre el 28 de noviembre y el 4 de diciembre.
El comité, formado por 24 representantes elegidos de entre 180 países firmantes de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, se reunirá en Rabat la próxima semana para decidir qué solicitudes recibirán el reconocimiento internacional de la Unesco, hasta ahora concedido a 530 tradiciones y prácticas culturales.
Para este año, España presentó el toque manual de campanas, tradición extendida por el territorio nacional actualmente sostenida por grupos de voluntarios y vecinos de diferentes localidades españolas.
Asimismo, España participa en una solicitud conjunta con Alemania, Austria, la República Checa, Letonia y Polonia, que busca conceder a la maderada (transporte de maderos por el río) el título de Patrimonio Cultural Inmaterial.
Ambas candidaturas competirán con otras 44 por este especial reconocimiento de la Unesco, entre las cuales se encuentran tres países latinoamericanos: Cuba presenta los saberes de los maestros del ron ligero, Guatemala apuesta por su Semana Santa y Colombia por el sistema de conocimiento ancestral de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Una solicitud conjunta de Andorra y Francia, sobre las Fiestas del Oso en los Pirineos, también será evaluada por el Comité en su reunión de Rabat.
El Comité de Patrimonio Cultural, presidido este año por Marruecos, estudiará también cuatro candidaturas a la lista de salvaguardia urgente, que reúne elementos de patrimonio amenazados con necesidad de asistencia internacional para su supervivencia.
La primera en pasar por este órgano será la de Chile, que pide la asistencia urgente para la alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca.