UVM formará a mil cuidadores de adultos mayores postrados
Programa Piloto de la Universidad Viña del Mar (UVM), financiado por el Gobierno Regional, desea palear el déficit de encargados capacitados para las más 11 mil personas mayores en estado de dependencia en la región.
El envejecimiento de la población chilena, cuya expectativa de vida sobrepasa los 80 u 85 años, trae consigo el drama de los cuidados de las personas mayores no autovalentes. Generalmente los propios familiares, especialmente las mujeres, se hacen cargo de madres, padres, abuelas, abuelos, suegras, suegros y hasta de vecinos, pues los Establecimientos de Larga Estadía de Adultos Mayores (ELEAM) no dan abasto y las casas de reposo son muy costosas para un gran porcentaje de la población local y nacional.
Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas mayores con dependencia funcional y la de sus familias y poder capacitar y aumentar la oferta de cuidadores, la Universidad Viña del Mar (UVM) se adjudicó un proyecto para formar 1.000 nuevos cuidadores y así contribuir a la implementación de un sistema territorial de gestión progresivo y continuo que aporte a la solución del problema del cuidado de personas mayores con dependencia severa y moderada de la Región de Valparaíso.
Carlos Isaac Pályi, rector de la UVM, indicó que "nuestra institución mediante el programa Universidad del Adulto Mayor (UDAM) viene realizando esta iniciativa -en menor escala- desde el año 2015. A la fecha se han capacitado alrededor de 400 personas de la Región de Valparaíso, siendo un proyecto pionero a lo largo de todo el país".
Agregó que "el 'arte de cuidar y acompañar' responde a nuestros objetivos misionales, pues somos una universidad regional e inclusiva, cuyo sello es aportar al desarrollo del territorio y al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes a través de nuestro compromiso con el entorno en el que estamos inserto. En este sentido, agradecemos que el Gobierno Regional por medio del gobernador destaquen la experiencia que como universidad tenemos en estas materias y se proponga este proyecto piloto como una futura política pública".
El proyecto no solo trata de trata de capacitaciones, sino que también considera mesas de trabajo de cuidados y registros de personas certificadas que serán entregadas a las respectivas OMIL (Oficina Municipal de Información Laboral) para avalar a quienes tengan las herramientas necesarias para ejercer los cuidados de personas mayores y no se caiga en el maltrato o malas prácticas.
"Como UVM estamos muy contentos de poner a disposición de la región nuestro conocimiento a través de la Escuela de Ciencias de la Salud, cumpliendo así varios propósitos porque junto con aportar hacia una política integral de cuidados, el proyecto permitirá que esas personas capacitadas puedan -posteriormente- tener una remuneración por el servicio que entregan y que seguro ya han hecho con algún miembro de su familia, por lo tanto, para nosotros es una gran noticia saber que con el financiamiento gubernamental podremos ampliar la cobertura territorial y así poder llegar a más personas", reconoció el rector de la UVM.
Beneficiarios
La población de referencia presentada para la adjudicación de este proyecto, corresponde al tramo etario entre 18 y 65 años para el año 2022, que según el INE se estima que supera el millón doscientas mil personas. De esta población se obtendrán los potenciales beneficiarios directos que participarán en el programa de formación. Además, en cuanto a la población adulta mayor, beneficiaria indirecta del proyecto, la Región de Valparaíso tiene un total de 425.883 personas mayores de 60 años y más.
Las proyecciones de crecimiento de la población señalan que se espera al año 2027 un total de 500.794 adultos mayores, que alcanzaría a 565.636 en el año 2032: un aumento de 139.753 personas, casi un tercio más que en la actualidad. Si a este dato se suma el crecimiento esperado de la Esperanza de Vida al Nacer, la cantidad de mayores que superen los 80 años también tendrá un importante incremento.
Hasta el 2019 eran casi 11 mil las personas mayores con dependencia en la región y tras la pandemia este número pudo haber crecido en 3 mil, especialmente en el nivel de postradas y terminales.