Claudio Morales Salinas

Después un mal campeonato, por lo menos San Luis se despidió de sus hinchas con un triunfo en casa ante Recoleta, ya que en la fecha final jugará de visita ante Universidad de Concepción para culminar el año.

Tras el arco norte del estadio Lucio Fariña estaban instaladas las estructuras del gran escenario que tendrá la Expo Quillota, evento del año en la ciudad. Ajenos a esa escenografía, en el campo de juego San Luis y Deportes Recoleta estuvieron lejos de entregar un espectáculo medianamente atractivo para el millar de espectadores que desafiaron el calor del lunes para asistir al último partido de local de los canarios en el torneo. Eso al menos en los primeros 45 minutos.

Bastante influyó en lo deslucido del compromiso que el conjunto que adiestra Francisco Bozán entró a la cancha sin presión alguna, pues después de una temporada de sufrimiento y sinsabores, la salvación la había asegurado sin jugar el domingo, gracias a la agónica derrota de Fernández Vial ante Cobreloa.

Un par de remates de Kennan Sepúlveda y de Lukas Soza para los quillotanos, y algunas arremetidas peligrosas del elenco capitalino con el venezolano Canela, rompieron algo la monotonía. Afortunadamente las emociones estaban reservadas para el tiempo complementario.

Al fin goles

Si Recoleta tampoco hacía demasiado por ganar, era porque con el punto le alcanzaba para salvarse de caer por la tabla de promedios, pero San Luis se activó en el complemento y se decidió por complacer a sus sufridos hinchas.

No podía ser otro que Sebastián Parada el que abriera los fuegos. El goleador canario despachó un remate y con algo de efecto para superar a todos los zaguero y al arquero visitante. Se prendió el elenco quillotano y con más espacios tuvo más libertad para explotar la velocidad de sus aleros. De hecho, entre Zederick Vega y Kennan Sepúlveda hicieron el segundo gol, con remate del primero y oportuno cabezazo del ex wanderino.

Peligro al final

El 2-0 lo pudo aumentar San Luis, pero perdonó y el descuento que consiguió Recoleta mediante un penal tensión el tramo final del encuentro.

Sobre la hora el visitante rozó el empate con un disparo de Matías Rubio, pero desvió por poco y respiraron los fanáticos amarillos, que querían ver ganar a su equipo en la despedida.

Punto negro de la jornada fueron los fuegos artificiales que ingresó la barra canaria, y que lanzaron durante el partido. Uno de ellos hizo desplomarse al jugador sanluisino Gonzalo Bustos, que quedó algo mareado y debió ser reemplazado, en un hecho que fue condenado por el propio técnico Francisco Bozán.

La Estrella de Valparaíso