J.R.P.

El suspendido partido entre la Universidad Católica y Universidad de Chile, por la vuelta de los cuartos de final de la Copa Chile, se mantiene en duda luego de que la Delegación Presidencial de la Región de O'Higgins no autorizara jugar en el Estadio El Teniente "dado los lamentables acontecimientos que ocurrieron por la muerte de un hincha de O'Higgins".

"Hemos solicitado que este partido se pueda reprogramar para otra fecha o que se juegue en otro estadio porque hay un sentimiento de luto y de dolor", dijo el delegado Fabio López.

El partido debía reanudarse mañana a las 19:00 horas en Rancagua, para que se jugaran los 85 minutos restantes en el empate 1-1 transitorio por la Copa que fue interrumpido por los petardos en contra del arquero azul Martín Parra. Pero sin Rancagua, el Bicentenario de La Florida asoma como el nuevo escenario más cercano para que se juegue a puertas cerradas.

En tanto, el defensa cruzado, Gary Kagelmacher, palpitó lo que será la revancha. "La llave está abierta aún y la U es un rival muy difícil. Hay que tomar este partido con mucha seriedad, el equipo está concentrado y con muchas ganas", dijo el uruguayo.

"El ganar nos daría el paso a la semifinal de una copa que hace mucho no se gana, así que lo encaramos con la mejor manera, analizando al rival estos días y aprovechando el descanso", agregó.

Mientras que José Castro, lateral de la U, no ocultó las ganas del plantel de quedarse con la victoria. "Vamos a ganar el partido, estamos tranquilos en ese sentido", comentó. "Estamos tranquilos por lo que hemos mostrado, vamos a ganar", añadió.

85 minutos quedan pendientes del partido que se suspendió el pasado 28 de septiembre.