Vecinos preocupados por lo que pueda ocurrir en torno a los Mil Tambores
Residentes y comerciantes de subida Cumming y paseo Dimalow esperan que no se produzcan desmanes por la masiva llegada de visitantes.
Jorge Trujillo - La Estrella de Valparaíso
Rosa Muñoz Farías, dueña del emblemático restaurante Rosita del Puerto (ex El Dominó) de calle Cumming, se enteró hace poco del regreso del Festival de los Mil Tambores tras el largo y obligado interludio debido a la pandemia. "Antiguamente para nosotros los comerciantes era muy bueno, pero ahora tenemos temores por la delincuencia, porque llega mucha gente" manifiesta y agrega que las calles quedan todas sucias y los camiones de basura apenas se limitan a hacer su ronda obligada. "Dejan toda la cochinada que botan los mismos transeúntes que andan en la calle tomando".
Ana Pillín, por su parte, instaló junto a otros comerciantes un mercado de verduras saludables recién el 2020, en plena pandemia, por lo que no tiene una idea clara respecto a lo que le espera al sector durante el fin de semana. "He escuchado que es el evento del año en materia cultural, que eso también se entiende, pero lo único que sé es que Cumming es una antena para el tráfico de drogas".
A pesar de la voluntad de los vecinos de cuidar y mantener el espacio limpio, literalmente no dan abasto. "Si los vecinos nos juntamos 3, 4, 5 a hacer algo, cuando los que ensucian en su mayoría son de afuera ¿qué control vamos a tener de eso aunque te asocies? Es una cuestión cultural que excede a una organización barrial".
Muchos otros comerciantes del sector no quisieron referirse al tema por temor a represalias, indicando que si bien muchos locales aumentan sus ventas, concuerdan en que pese a la importancia del carnaval el problema pasa necesariamente por la presencia masiva de jóvenes de distintos sectores con gran arrogancia, muy poca empatía y responsabilidad con sus desechos.
Cerro vecino
Enzo Gagliardo, presidente de la junta de vecinos N° 28 de Cerro Concepción indica que el problema va más allá del color político que tengan las autoridades responsables de la seguridad pública, ya que afirma que desde hace 30 años deben soportar la constante presencia de jóvenes consumiendo alcohol y drogas y ensuciando las calles que tanto se esfuerzan por mantener en buen estado, mencionando además el esfuerzo de los carabineros que patrullan el sector pese a la falta de dotación exclusiva.
"Más allá de los mil tambores esto empezó con los carnavales culturales en la Plaza Sotomayor que terminaban en batallas campales en la Plaza Aníbal Pinto con carabineros, pero lamentablemente mientras no haya una solución como la que estamos buscando nosotros esto va a seguir, y a lo mejor va a aumentar estos días. El problema no son las comparsas ni los que vienen a bailar, es la gente de otras partes" estimó.
Por ello, manifestó que se encuentran realizando gestiones para cerrar durante la noche el acceso a rincones emblemáticos del cerro. "Lo que nosotros estamos tramitando, a través de la dirección de obras, es el cierre de los paseos Atkinson, Gervasoni, el pasaje Gálvez y la subida de El Mercurio a raíz de las incivilidades que ocurren de noche". Esta medida, que se encuentra aún sujeta a aprobación de las autoridades, sería financiada por los mismos vecinos.
Finalmente, Carlos Corral, jefe de local del hotel Casa Vander, ubicado en la subida Caracoles del Cerro Alegre, expresó que si bien el carnaval no afecta directamente su negocio, manifestó que "el resguardo que deberían tomar las autoridades pasa directamente por los protocolos que tienen que exigir para estas actividades, ya que en años anteriores ha dejado una estela de suciedad y desorden de la cual nadie se hace cargo".