Conciertos de Daddy Yankee encienden el Estadio Nacional
Hoy es el último de los tres shows que el puertorriqueño agendó en Chile. El espectáculo cuenta con la presencia virtual de otros artistas con los que ha colaborado, tiene cambios de vestuario e interacción con público entre canciones.
Camila Rojas Vargas - La Estrella de Valparaíso
El contador marcaba la cuenta regresiva faltando cinco minutos para que Daddy Yankee saliera frente al Estadio Nacional. Reflejado en tres pantallas gigantes y entre los gritos de la gente, el reloj marcaba cada vez menos para ver al "Big Boss". Faltando 10 segundos ya se percibía la emoción de los y las fanáticas que asistieron a la primera y única jornada del show donde asistió la prensa y reporteros gráficos que estaban autorizados a grabar y fotografiar las tres primeras canciones.
El show inició con la proyección de una animación de un avión dorado que de a poco se acercaba hasta aterrizar en el escenario del recinto. La puerta se abrió y salió el padre del reggaetón vistiendo una especie de capa manga larga dorada con líneas horizontales en el torso y de color negro hacia abajo, un atuendo que deslumbraba incluso a lo lejos entre las luces de la tarima. "Soy una leyenda, el jefe es la fuerza, pregunta donde sea", entonaba Daddy interpretando "Campeón", una de las canciones de "Legendaddy", el último álbum de estudio del puertorriqueño que pone fin a su imborrable paso por el mundo del espectáculo con la gira llamada "La Última Vuelta World Tour".
Recordó viña 2006 en el nacional
"Recuerdo cuando canté esta canción en Viña del Mar", dijo Yankee antes de cantar "Rompe" uno de los tantos temas que abriría la puerta al fenómeno del reggaetón en Chile en el año 2006, cuando el artista debutó en la Ciudad Jardín bajando desde las alturas en un trono plateado, una imagen que quedó en la retina de muchos y que para el cantante forma parte de uno de los espectáculos más aclamados de su carrera temprana. "Me siento afortunado de decir que tengo un país hermano llamado Chile", expresaba el cantante que se emocionó hasta las lágrimas durante el show, pues cuando interactuaba con el público los gritos eran tan fuertes que no se lograba entender lo que intentaba decir, "Olé, Olé, Olé, Daddy, Daddy" y "no se va, no se va, Yankee no se va", a voz de todo el nacional pausaron en más de una ocasión el discurso de "El Rey", que conmovido se detenía para escuch ar la fuerte ovación, aunque en ningún momentodejó ver su rostro sin anteojos de sol.
Acompañado de artistas
Otros artistas lo acompañaron en el desarrollo del concierto a través de las pantallas gigantes donde aparecían en cada colaboración, como Luis Fonsi en "Despacito", el panameño Sech en "Sal y Perrea", el puertorriqueño Lunay en "Soltera", entre otros. Las gráficas fueron parte importante de la puesta en escena que incluyó bailarines en coloridos trajes, de hecho el último segmento del espectáculo estuvo tematizado en tonos fluorescentes y Yankee se cambió de su clásico e impecable atuendo negro a un polerón de color naranjo fosforescente que usó para interpretar "Limbo", "Con Calma", "Bombón", "Dura" y el éxito con el que se despidió del Nacional, la "Gasolina".
"¡Óyeme!, ahora sí que sí graba esto", decía a los asistentes para dar paso a la canción que dejó los ánimos encendidos. Con un pañuelo blanco que hacia girar con la mano en alto al ritmo de la música, llamas de fuego salían desde el escenario y las gráficas dinámicas mostraban una pila de tuercas para ambientar la interpretación del hit.
El "Limpia Parabrisa" iluminó el estadio bajo la misma dinámica que Yankee hizo en Viña 2006 y 2009, donde pidió al público encender los flash de los celulares y moverlos de izquierda a derecha al ritmo de la música.
Hoy jueves 29 es el último de los tres conciertos del artista en Chile, pero su gira no finaliza hasta la primera semana de enero en la ciudad de San Juan, en su natal Puerto Rico.
Vendedores llegaron temprano
Seguido de algunos grupos de personas que pasaron la noche de lunes a martes para conseguir un buen lugar en la fila para el primer concierto, los denominados toldos azules no tardaron en instalarse para vender rápidamente cervezas, tequila, empanadas, cigarrillos, golosinas, bebidas energéticas y hasta almuerzos caseros. Así también los infaltables vendedores de mercancía temática también arribaron en Ñuñoa, bien temprano, para dar vueltas y vueltas alrededor del recinto a lo largo del día.
Patricia Navarrete Fuentealba lleva 10 años vendiendo productos, contó que donde hay un concierto, llega, comoColdplay la semana pasada, Shakira, Bruno Mars, Britney Spears, entre otros. A las 5 de la mañana ya se está recorriendo los estadios con las cintas que llevan el nombre de cada artista. Ella las fabrica en su propia casa con ayuda de una máquina especial que también le sirve para su trabajo como costurera cuando recibe los encargos de sus vecinos en la comuna de Lo Espejo, aunque por esta semana está dedicada a Daddy Yankee y a preparar la mercancía para Ana Gabriel que se presentará el 1 de octubre en el Movistar Arena. "En este concierto hay muchos vendedores, llegaron muchos jóvenes que venden muy barato y matan el negocio", manifestó Patricia a las afueras del Estadio Nacional, "está muy lenta esta pasada", agregó la comerciante que además llega año a año al Festival de Viña, el evento que le deja más ganancias y cuyo retorno no la puede tener más contenta.
¿qué dicen los fans?
La presencia de Yankee en el escenario es de tal magnitud que se hace difícil no estar concentrado en su calidad vocal y su desplante, con el que se apodera de la tarima. Aunque no es una opinión compartida por todos, dijo Mauricio Vásquez, quien viajó desde Valparaíso la primera jornada de los conciertos y se atrevió a decir que quedó con gusto a poco, eso sí, desde su ojo experto como audiovisual. "Se pasó bien, se disfrutó el show, había que estar presente. Fue una noche increíble, creo que las luces estuvieron extraordinarias el tema de las gráficas en las pantallas también, pero sí creo que faltó un poco más, creo que tenía la expectativa un poco más alta, siento que el escenario podría haber sido todavía más temático respecto a la figura de "Legendaddy" y de su despedida. Yo esperaba más de un gran concierto como este", compartió el porteño que desde la galería disfrutó su canción favorita, la "Gasolina", "que es la de siempre porque uno creció con ese tema", expresó.
Reforzaron seguridad por los "colados"
Carabineros contabilizó un total de 4 mil personas que entraron de "colados" el primer día que fue el martes 27, sin pagar ni uno y en verdaderas estampidas humanas. Algunos escalaron las rejas de los accesos y otros, sin escrúpulo, agredieron a los guardias de seguridad para despejar la entrada y correr en masa hacia el interior del recinto. El descontrol provocó que varias personas quedaran ubicadas en locaciones no correspondientes a su ticket y que otros quedaran fuera del show sin poder acceder. Durante el transcurso del día de ayer la producción Bizarro, Carabineros y el Gobierno acordaron nuevas medidas de seguridad para prevenir incidentes en los dos conciertos que restaban.
"perrearon" hasta abajo
Los seguidores que viajaron desde la Región de Valparaíso contaron que lo pasaron increíble, uno de ellos es Vicente Campos, quien a eso de las 19:00 estaba instalado en el sector Pit Legendaddy, que es una de las dos locaciones delanteras frente al escenario, bailó "Rompe" con entusiasmo "porque me transporta a mis primeros "perreos", cuando iba como en quinto básico", señaló el viñamarino de 26 años. Dijo que logró salir sin problema, eso sí, "esperé que pasara la gran masa de gente y me pude retirar con calma".
Al otro extremo, desde la galería, Romina Arenas bailó desde que el telonero Polimá WestCoast salió al escenario en la previa al espectáculo de Yankee, contó que la espera y los atochamientos no la agotaron para nada, pues ella llegó a las 14:30 hacer la fila afuera del estadio y aunque estaba con ropa de trabajo no perdió el tiempo gracias a su astucia, en quince minutos encontró un restorán, pidió permiso para cambiarse, se puso sus mejores prendas para ver al "Big Boss" y volvió a unirse a la procesión. "Se entendía que a las 16:00 abrían la puerta y como 20 minutos antes empezó a quedar aplastada entre las vallas papales porque la gente ya se estaba preparando, se notaba que había nerviosismo", relató la asistente que presenció las avalanchas de personas "en más de cinco oportunidades. También la gente de la galería "agarró papa" y se pasaba a la cancha y a cancha vip".
35 canciones interpreta en cada show el Big Boss.
4.000 personas entraron sin pagar entrada la noche del martes, dijo Carabineros