La labor docente está llena de desafíos: la brecha académica y las necesidades socioemocionales de los estudiantes son quizás los más conocidos, hoy incrementados por la pandemia y otras interrupciones del proceso escolar. Estas y otras demandas propias del rol dificultan la reflexión respecto de la práctica pedagógica y hacen necesario que promovamos espacios que la faciliten.
Desde el año 2008, Enseña Chile ha apostado por acompañar a profesores en ciclos continuos de aprendizaje, que involucran la observación de clase, la retroalimentación de ésta, la incorporación de evidencia diversa para la toma decisiones y la evaluación de la efectividad de las acciones propuestas. El acompañamiento de este ciclo es guiado por un mentor, quien promueve la reflexión centrada en el desarrollo profesional desde lo personal, lo pedagógico y lo sistémico. Se busca que el docente sea consciente de sus fortalezas y desafíos, que sienta confianza en sus decisiones y tome perspectiva de su potencial impacto en sus estudiantes, en su comunidad educativa y en la sociedad en general.
En mi caso, recibir acompañamiento me permitió ver mi sala de clases desde "otros ojos" y dar prioridad a aquello que era más relevante. Me motivó a innovar metodológicamente y me facilitó trazar una ruta de desarrollo profesional para mi futuro y, lo más importante, me ayudó a ver logro. Pienso que esto es fundamental para toda persona, pero más aún para quienes asumen la difícil tarea de formar a las generaciones futuras.
Eileen León
Mentora de Formación
Fundación Enseña Chile, Valparaíso