Araucanía conectada
La comunidad mapuche Mari Epu Peñi Wen, en Puerto Saavedra, celebró el arribo de la fibra óptica a sus tierras. El Rayo conoció cómo la empresa privada sí pudo ingresar al territorio y, tras un año de conversaciones, dotar a la zona de lo último en tecnología.
Por Juan Riquelme Díaz
Amelia Pallalef, presidenta de la comunidad Pullalán, lo grafica de una forma clara: "Esto fueron muchas conversaciones con un mate, con quesito de la zona, dialogar, conversar, entender, valorar y avanzar". Es que, en territorio mapuche, las relaciones no son como las concebimos en las zonas metropolitanas. Bien lo supo el gobierno, cuando la ministra del Interior Izkia Siches simplemente no pudo entrar a una comunidad porque no hubo el diálogo previo, la conversación necesaria.
Y en este caso lo hubo. Aunque parezca complejo entenderlo a primeras, lo cierto es que la forma en que las comunidades mapuche entienden la relación con sus tierras ancestrales va más allá de un mapa, un plano o un valor por metro cuadrado. Y por ello, aunque un cable lleve un mundo de oportunidades, el que esté fuera de sus casas es un tema que se debe dialogar. No rechazan el aporte de otra cultura, pero creen firmemente que para el complemento se requiere un diálogo inicial.
Y eso fue lo que hizo Mundo, la segunda firma en redes desplegadas de fibra óptica en el país y que en Araucanía ha disponibilizado su internet en 27 de las 32 comunas. La zona es compleja, bien lo saben otras compañías del rubro, y también los usuarios, quienes vemos "puntos nulos" de conectividad en varias partes alejadas de Temuco.
Viaje a la comunidad
El Rayo viajó a Puerto Saavedra e ingresó a la comunidad mapuche Mari Epu Peñi Wen, y más precísamente hasta la escuela básica Pullalán, donde se dio el vamos a un proyecto que demoró un año en concretarse y que es la segunda de tres etapas para los vecinos y vecinas del lugar.
Es que, tras el inicio de la implementación de la fibra óptica, en la zona esperan poder tenerla habilitada en buena parte de las doce comunidades del sector. Al menos eso manifestaron los dirigentes de las comunidades Manuel Llancaleo, Pascual Paillalef, Natividad Paillalef y Pullallán.
En el territorio mapuche hay total consciencia de lo mucho que les ayudará la internet y también de cómo expondrá a los niños a conocer, en tiempo real, lo que otros hablan de su pueblo, muchas veces criminalizando a todo el territorio por igual.
Así lo expone el werkén Felipe Trureo: "Le hemos dicho al Estado que baje el volumen, a los políticos, porque sus discursos son más de odio que de unidad, porque decir que los mapuche somos narcotraficantes no habla de un mapuche específico, habla de un pueblo, entonces el pueblo comienza desde la niñez al adulto mayor, y ese cuidado no lo tienen los poíticos", reflexiona con preocupación.
Amelia Pallalef cuenta afuera de la sede social de su comunidad que en el lugar hay una cooperativa de productos gourmet que esperan profesionalizar con el arribo de la fibra óptica. Es que materia prima hay, pero les falta la digitalización y están seguros de que con este acceso a la internet podrán ofrecer sus productos y mejorar la condición económica del sector.
El camino para llegar al día de la inauguración no fue fácil. Pere, pese al recelo inicial, la conversación terminó por convencerlos. El lonko Luis Ulario Calfulén es uno de quienes no son muy apegados a la tecnología y asume que este cambio, tras conversarlo, resulta del todo positivo para sus comunidades.
"La primera vez que hablamos con la empresa yo me había opuesto. 'Por qué nos van a llenar de tecnología aquí', pensaba, pero después conversando, viendo y pensando que viene la nueva generación y todos usan los teléfonos, y uno mismo, cambié de opinión. Hoy vemos en el futuro en las nuevas generaciones y por eso acepté todo esto. Vamos a necesitar internet en los colegios, postas, las urgencias", reflexiona.
Enrique Coulembier, el CEO de Mundo también quedó encantado con las comunidades y la forma en que avanzaron con la instalación en este sector. "Cuando se habla del diálogo acá, nos referimos a que no fue venir a ofrecer ni regalar, fue sentarnos, ver en qué podíamos colaborar, ver qué necesitábamos nosotros, qué necesitaban ellos. Me voy encantadísimo, nunca pensé que un servicio básico para mi familia, para mis hijas, sea tan importante para otros", dice.
Y cuando habla de la importancia, se refiere a cuestiones tan habituales como las visitas familiares. "Había hijos y nietos que no iban a ver a sus papás o abuelos simplemente porque no tenían conectividad y la necesitaban. Ahora, podrán volver más seguido a verlos, ese tipo de cuestiones con las que solo ocurren en estos lugares", reflexiona el ejecutivo.
El profesor encargado del establecimiento educacional Bartolo Llancaleo, de la comunidad de Pullacán, agrega: "Esto es un cambio en 180 grados para nosotros, para los niños. Nos abre muchas oportunidades, y también coordinar espacios de capacitación para la comunidad".