Cada 26 de agosto se conmemora en Chile el Día de la Educación Técnico-Profesional, fecha en la que tradicionalmente destacamos su aporte al mercado laboral y a la movilidad social de quienes optan por esta modalidad de estudios superiores. Sin embargo, también es un buen momento para poner de manifiesto su evolución, evidenciada en que a sus reconocidas funciones de docencia e innovación se suma una tercera dimensión: la vinculación con el entorno.
Si bien las instituciones de Educación Superior coinciden generalmente en declarar como su objetivo principal la formación de técnicos y/o profesionales íntegros que contribuyan al desarrollo de la sociedad, hoy vemos que esta intención debe profundizarse a través de, por ejemplo, la docencia vinculada, que nos invita a interactuar con las comunidades desde la misma actividad académica para generar soluciones a las problemáticas reales de la sociedad.
Esta orientación nos permite dar respuesta a las necesidades de los sectores más vulnerables de la sociedad, donde muchas veces al Estado le cuesta llegar. Las instituciones de Educación Superior sí pueden hacerlo, quizás incluso a una velocidad mayor, recurriendo a sus redes de apoyo, socios estratégicos, y, en el caso de Santo Tomás Viña del Mar, a la articulación natural que se genera entre los distintos saberes de carreras de Centro de Formación Técnica, Instituto Profesional y Universidad.
Nuestra Política de Vinculación con el Medio nos invita a hacernos cargo y fomentar esta responsabilidad social desde el proceso formativo de los y las estudiantes. Responsabilidad que hoy se basa en la innovación social, entendida como la búsqueda de nuevas soluciones que se deben co-crear en conjunto con las comunidades para mejorar su calidad de vida. Esto implica entender que ya nadie puede proponer "recetas mágicas", sino que se debe establecer un diálogo que permita identificar los problemas y construir un verdadero "traje a la medida" para responder a esas necesidades particulares. La participación de la comunidad es indispensable e ineludible, pues enriquece y le da sentido a cada proceso.
El diálogo y la co-creación también le otorgan un valor adicional al proceso formativo de los y las estudiantes, que logran un aprendizaje mucho más significativo que el que obtendrían sólo en la sala de clases. Y esta nueva forma de enfrentar la relación con su entorno les entrega además una visión distinta de cómo proponer soluciones ante los problemas que enfrentarán en su futuro ambiente laboral. Para nuestros estudiantes, además, esta vinculación con el entorno responde precisamente a lo que muchos buscaban al ingresar a la Educación Superior: no sólo acceder a un título, sino que obtener las herramientas para apoyar el desarrollo de sus propias comunidades.
En resumen, hoy la Vinculación con el Medio no puede entenderse sólo como una función más dentro de las instituciones de Educación Superior. Es un atributo que se debe expresar de manera transversal e integrada en todo su quehacer.
Raúl Montes de Oca Salas
Director académico IP-CFT Santo Tomás Viña del Mar