Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaiso

Decenas de fans de Manuel García lo esperaban pacientemente en Casa Cuatro Vientos del cerro Artillería para que el músico les firmara las copias de "El caminante", su más reciente álbum, que reúne algunas de las canciones más emblemáticas de su carrera junto a una selección de invitados: desde Silvio Rodríguez hasta Mon Laferte, pasando por Eva Ayllón, Francisca Valenzuela, Joe Vasconcellos, Pedro Aznar y hasta su propio padre. Además, el cantante promociona el concierto que ofrecerá el viernes 2 de septiembre, a las 20.00 horas, en el Teatro Municipal de Valparaíso.

Sobre la decisión de revisar su discografía, el intérprete nacional comenta que "es por el ciclo natural de la vida. Hace dos años yo cumplía 50 y fue una idea bonita de mi representante, que también es mi amigo, Jonatan Márquez Cervantes, un catalán maravilloso que vive la mitad del tiempo acá y la otra en España. Estaba la idea de celebremos este cumpleaños cantando con amigas y amigos en distintos países, como un gira para festejar medio siglo caminando por distintos países. Y eso, por la pandemia, se tradujo en otro proyecto, ya que muchas colaboraciones hubo que hacerlas vía remota. Sin embargo, logramos concretar varios conciertos, colaboraciones y grabaciones, en nuestra realidades geográficas, por suerte".

"La idea básica era muy sencilla, pero estoy muy sorprendido, admirado y agradecido del amor, cariño, trabajo y talento que le fueron poniendo cada uno de los artistas invitados e invitadas al disco", agrega García sobre esta placa que también tiene colaboraciones de Depedro, Muerdo, Lenine, El Kanka, Gaby Moreno, Monocordio, Martirio, Raúl Rodríguez Quiñones, Vivir Quintana y Grupo Clúster.

-¿Cómo elegiste las canciones?

-Se sabe que mis canciones nunca han sido especialmente radiales, más bien yo creo que tienen una veta humilde en el quehacer de lo que significa el relato oral de quienes las van escuchando en su casa y la gente que atesora algunas canciones, las cuales para la producción y para mí personalmente, era importante que estuvieran. Estas canciones han sido parte importante no solo de mi carrera, sino también de mi vida y de si se quiere pequeña biografía que uno va escribiendo a partir de sus canciones, o momentos que te marcan y se convierten a veces también en canciones. Por otro lado, el gusto de los artistas que ya habían elegido canciones. En el caso de "La danza de las libélulas", con la querida Mon Laferte ya habíamos cantado el tema en algunas reuniones informales en su casa en México, así que sabíamos que esa iba a ser la colaboración. Y para mí era un honor que ella pudiera estar.

-¿Y cómo se fueron armando las otras colaboraciones?

-A Eva Ayllón, una hermana muy querida y admirada de Perú, le enviamos un arreglo de folclor contemporáneo con algunos guiños a la electrónica, conservando la raíz, para el tema "Los colores". A ella le encantó y nos vino de vuelta un regalo. Lenine, de Brasil, hizo un arreglo precioso en "Falar de ti". Puro cariño, lo mismo que en el caso de Pedro Aznar, que entregó su trabajo con total amor y que hizo un arreglo de piano para la canción "Un rey y un Diez", llevándolo al mejor momento que se puede lograr con su arte y genialidad.

-¿De qué manera se gestó la colaboración con Silvio Rodríguez?

-Fue muy conmovedor. Yo no quisiera haberlo molestado y este fue una suerte de entuerto muy bonito, porque mi productor me propuso en una reunión de trabajo que hiciera una colaboración con mi referente. Y yo, por irme de las reuniones digo a todo que sí. No me imaginé que íbamos a tener un correo interoficinas Silvio Rodríguez y estudio de grabaciones. Yo había estado con él como entrevistador para la grabación de un documental sobre Atahualpa Yupanqui, pero no me presenté como trovador. En esta oportunidad tuve que escribirle para decirle que no lo había querido molestar, que fue un malentendido, porque de mi oficina escribieron a la suya y lo que él respondió fue: "Estas cosas se ven entre artistas". La siguiente carta decía "encantado hago esta colaboración". Yo estaba feliz, además que al momento de ver el tema de los sellos y los derechos me dijo "yo he hecho esta colaboración sin ningún interés más que abrazar una vez más al pueblo chileno a través de un cantautor y su canción". Fue un regalo hacer juntos "El viejo comunista" y Silvio Rodríguez fue un rey mago que se portó a la altura que uno esperaría que estuviera un genio y sobre todo un alma como la de él.

-¿Qué te pasó al revisitar tus canciones?

-A todas las versiones nuevas les tengo un cariño especial, porque entregan el talento de cada uno de los colaboradores y le dan a las canciones algo que quizás yo expresé pero nunca quise reforzar, como los pulsos folclóricos de países como Perú, Brasil o México.

Concierto de 4 momentos

-¿Cómo interpretas en vivo las nuevas versiones de estas canciones, sin la presencia de los artistas que colaboraron?

-Ahí tiene un rol fundamental la pianista y jazzista Carmen Paz "Kuki" González, quien es tan hábil que puede hacer una síntesis y reducción de lo mejor de esos arreglos, de las voces, las intenciones en los arreglos y citar los otros instrumentos.

-¿De qué manera se arma el show que presentarás el 2 de septiembre en Valparaíso?

-Es un concierto que tiene cuatro momentos. Aparezco primero como un trovador con guitarra; luego invito a Kuki González a hacer folclor chileno y temas de raíz, con citas a Violeta Parra y Víctor Jara; después hago un bloque llamado "La ciudad", con canciones más urbanas y que tienen que ver con historias de amor de ciudad, y finalmente hacemos "Los cantos de ida y vuelta", donde citamos harto los temas de "El caminante", porque muchas de estas canciones se convirtieron en habaneras, boleros o rancheras, en la medida que fueron compartiendo con otras culturas. Y también hay un bis, que incluye una canción del lugar o que consideramos importante.

15 canciones incluye el disco "El caminante", con colaboraciones de Silvio Rodríguez, Pedro Aznar, Eva Ayllón, Mon Laferte y Joe Vasconcellos.