La historia del último "persa" de Valparaíso
Contra viento y marea los locatarios del recinto de calle Victoria luchan por mantenerse vigentes. "Somos una familia", aseguran.
Gian Franco Giovines - La Estrella de Valparaíso
En pleno corazón del Plan de Valparaíso se encuentra una de las calles con más tradición comercial de toda la ciudad: la "Calle de la Victoria", denominada desde 1910 simplemente como Victoria, se ha caracterizado por ser históricamente un epicentro de la moda clásica porteña y la venta de artículos de paquetería, como lanas, hilos, botones y géneros.
Antiguamente, la vía que se ubica entre la Plaza Salvador Allende y la Avenida Argentina, era tierra fértil para zapaterías, camiserías, lavanderías y sombrererías para hombres y mujeres.
Hoy, si bien algunos de aquellos comercios se han extinguido con el paso del tiempo, la popular calle sigue siendo un lugar donde los pequeños y medianos comerciantes de la moda buscan día a día llevar el sustento a sus hogares.
"somos una familia"
Uno de los sitios que mantiene el legado de la concurrida calle es el mercado Persa Avenida. Con cerca de dos décadas de historia, el sitio se alza como el único -y quizás último- persa de todo Valparaíso.
17 son los locales que bordean el extenso pasillo que recibe a los visitantes. Muchos de los locatarios, son comerciantes que trabajaban anteriormente en los extintos Persa Rívoli y Persa Barón, este último, ubicado a un costado del antiguo Gasómetro, incendiado en 1994.
Gladys Alvarado, porteña de 78 años, es una de las comerciantes que debió trasladarse de Barón a calle Victoria, y desde hace 10 años es administradora del Persa Avenida.
En su puesto, la porteña ofrece poleras, polerones y abrigos para hombres. Sin embargo, para ella esto es mucho más que su lugar de trabajo: "Aquí somos una comunidad, hemos formado una gran familia", cuenta Gladys.
"Cuando alguien no tiene sencillo y no se puede mover del local porque le pueden robar, uno corre para ayudarlo. Entre todos colaboramos", agrega.
Si bien gracias a las ayudas estatales han logrado sobrevivir al contexto pandémico, las cosas han estado lejos de ser "color de rosa" para sus locatarios.
Sonia Castillo es otra de las emprendedoras del Persa Avenida. Al igual que su colega, lleva cerca de cuatro décadas en el rubro y dos en el persa de calle Victoria. Polerones para hombre y mujer se dejan ver en su local: "Yo empecé cuando mi hijo tenía un año... y ahora él tiene 40 (...) aquí somos una familia, almorzamos juntos. Son muchos años juntos", señala.
Complicado escenario
"El estallido social fue muy malo para nosotros. Tuvimos momentos muy malos también en pandemia. Gracias a Dios nos daban permisos para trabajar como pymes, ahí repuntamos un poco", agrega Sonia Castillo.
El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el Bono Pyme permitieron a los locatarios pagar sus arriendos y sobrevivir durante la fase más álgida de la pandemia. Sin embargo, hoy el futuro sigue siendo incierto para el persa.
"Por lo general el movimiento no está bueno, porque hay mucho ambulante en la calle (...) nosotros vamos a comprar ropa a Santiago, pero yo no voy hace rato porque no me ha ido bien. Ha sido complicado", cuenta Sonia.
En el frontis de la galería, a mano derecha, se ubica otra de las más longevas comerciantes de la galería porteña.
María Cristina Rojas es una de las primeras comerciantes del Persa Avenida. Sin embargo, durante un intertanto de varios años estuvo trabajando en otros sitios, pero el destino quiso que volviese al tradicional persa: "Volví a mis raíces", asegura.
En su tienda, destacan principalmente los vestidos y accesorios para galas. "Mi fuerte eran los vestidos de fiesta, yo no vendía más que eso, tenía una gran clientela, pero con el estallido social tuve que innovar con otro tipo de ropa".
Sumado al complejo escenario social, la porteña tuvo que dejar de vender en 2019 para cuidar a quien fue su marido durante 51 años, a raíz de un agresivo cáncer.
A pesar de todas las dificultades, María Cristina Rojas sigue de pie: "Yo estoy luchando por mi casa propia. Aún tengo fuerza, sigo adelante".