¿Bótox o ácido hialurónico? Diferencias de las inyecciones usadas en belleza
Si bien los dos son de mínima invasión, tienen finalidades y públicos objetivos distintos. Mientras el primero evita que las arrugas se sigan profundizando, el otro rellena y da volumen.
G. Rodrigo
Durante el teletrabajo, muchos tuvieron tiempos de verse a sí mismos con más frecuencia y empezaron a notar ojeras, arrugas e imperfecciones, lo que motivó una reactivación de la demanda por procedimientos estéticos poco invasivos apenas se abrieron las consultas. Además, el uso de mascarillas y los retiros del 10% hicieron que muchos se atrevieran. Entre los procedimientos más solicitados estuvieron y están el bótox y el ácido hialurónico. Hay personas que piensan que como se aplican igual (inyecciones), son para lo mismo, pero no es así.
La doctora especialista en estética facial, Mónica Espinosa, (@drajuventud en Instagram), explicó que el ácido hialurónico tiene como finalidad "rellenar una arruga. También dar volumen a zonas donde se requiera aumentar la proyección como pómulos, labios, mentón, línea mandibular y ojeras".
En cambio, el bótox es una toxina botulínica, "que se utiliza a nivel muscular para relajar la musculatura, al contrario de lo que se piensa, 'que uno queda tieso'", describió la doctora Andrea Jara, especialista en restauración estética y cirugía facial de mínima invasión (@comoquieresquetedeje). Es decir, evita que los músculos de la cara se contraigan formando líneas. Por eso se usa en el entrecejo, frente y patas de gallo. Por sus características, la toxina tiene otros usos menos populares, en tratamientos de bruxismo, cefaleas crónicas e hiperhidrosis (sudoración excesiva), entre otros.
En cambio, el ácido hialurónico se ocupa para la armonización del rostro "y resaltar los rasgos faciales, la 'beautificación'", aclaró Espinosa. Por eso es muy requerido para aumentar el volumen de los labios e incluso se utiliza de forma correctiva para hacer rinomodelación, que consiste en mejorar la forma de la nariz, sin necesidad de cirugía.
Usos en jóvenes
Es frecuente que a personas jóvenes los critiquen por usar bótox. Sin embargo, lo que ellos están haciendo es recurrir al "baby bótox" o bótox preventivo, que según Jara, se realiza entre los 15 y 30 años para "prevenir en vez de corregir", evitando que comiencen a marcarse las líneas dinámicas, que es donde se forma contracción. "También nos ayuda a cambiar patrones de contracción muscular. Por ejemplo hay familias que fruncen mucho el ceño y el bótox ayuda a hacer este acto más consciente y educarlo", acotó Espinosa.
El ácido hialurónico, en cambio, se puede usar desde la mayoría de edad "en forma correctiva en rinomodelación o en un lindo diseño de labios", dijo la "doctora Juventud".
"Cada vez el uso del ácido hialurónico ha ido utilizándose a más temprana edad y en ambos géneros. Antiguamente era un tratamiento antiedad, hoy es un procedimiento para armonizar y resaltar tus rasgos faciales", agregó.
Planchada e inflada
Los críticos de estos procedimientos dicen que el bótox deja la "cara planchada" y que el ácido hialurónico, las hincha y las deja iguales. "Son mitos, solo se debe al uso poco controlado y un recurso poco natural", respondió Jara.
En ese sentido, la experiencia y conocimiento de quien aplique las inyecciones es fundamental. Es decir, si se usa bótox de forma indiscriminada o en cantidades equivocadas, se dejará un rostro con poca funcionalidad en su musculatura de expresión.
El ácido hialurónico es una molécula que atrapa más de mil veces su peso en agua, entonces "si lo inyectamos en planos muy superficiales o en zonas más voluminosas, obviamente que vamos a causar un efecto voluminizador. Hay que tener especial cuidado en pómulos superficiales, ojeras y labios. Estas son las zonas que más desarmonías causan los inyectores con poca experiencia", expuso Espinosa.
Respecto a los valores, dependerá de cada caso. Acerca de los riesgos, las especialistas sólo lo especificaron en el caso del ácido, donde el profesional debe tener cuidado de no hacer una inyección intravascular lo que puede causar necrosis y otras complicaciones que pueden pararse a tiempo si el especialista tiene los conocimientos.
La otra clave, recordó Jara, es siempre, pero siempre, seguir las indicaciones post procedimientos de su tratante y no pasar por alto ninguna de las sugerencias, por mínima que sea.
"Hay que tener cuidado en pómulos ojeras y labios. Son las zonas que más desarmonías causan".
Mónica Espinosa, Dra. estética facial