Los duelos coperos que tienen Everton y Calera
En el grupo "D" el cuadro ruletero debe derribar a Sau Paulo en Viña para recién acercárcele en la punta, mientras que los rojos visitan a Banfield, aunque lo que más les atormenta es que en el torneo local quedaron en el último lugar.
Las opciones de buscar la clasificación a la siguiente ronda de la Copa Sudamericana se reactivaron para Everton. El triunfo que consiguieron los pupilos de Francisco Meneghini la semana pasada ante Ayacucho de Perú, los ubicó en el segundo puesto del grupo "D" con cuatro unidades, claro que cinco cuerpos por debajo de Sao Paulo, elenco que hasta ahora domina sin contrapeso con tres victorias en igual número de partidos.
Es que en este grupo se ha dado la lógica hasta ahora, ya que los paulistas son los grandes favoritos para acceder a los octavos de final del certamen y así lo demostraron venciendo a Ayacucho, a Jorge Wilstermann y al propio cuadro viñamarino cuando lo recibió en el reducto del Morumbí, más allá que Everton jugó sin mayores complejos en Brasil, y solo fue doblegado con dos goles que llegaron a punta de balones detenidos.
En ningún caso se vio una diferencia insalvable, aunque la cuantía de ambos planteles así lo podría sugerir, por lo que la revancha entre ambos rivales a jugarse este jueves en el estadio Sausalito, hace abrigar esperanzas para el conjunto oro y cielo.
Más todavía, si en el anterior choque por la Sudamericana el elenco viñamarino pudo poner fin a una seguidilla de partidos sin ganar en condición de local. Los tantos conseguidos por Rodrigo Echeverría, también aprovechando jugadas de balón parado, espantaron los fantasmas desde el Sausalito e instalaron a Everton en la pelea por ganar el grupo.
Para seguir con esa esperanza, los de Meneghini están obligados a vencer al gigante paulista, lo que de seguro les exigirá jugar el mejor partido de la temporada y optimizar sus virtudes.
De quedarse con los tres puntos, los oro y cielo deberán completar luego una tarea sumamente compleja como es ir a ganar a Perú y Bolivia, y esperar que Sao Paulo resigne algunos puntos con Ayacucho y Wilstermann.
Contracción vital
Algún sustento tiene Everton en el Campeonato Nacional al estar octavo, por lo tanto puede abocarse sin tanto cuidado a la contienda continental.
Distinto el caso de Unión La Calera, que si bien marcha bien en la Copa Sudamericana, es en el torneo local donde sufre, ya que con el triunfo de Antofagasta sobre O'Higgins del sábado, los rojos quedaron relegados al último lugar, ya que su diferencia de gol los posterga ante Deportes La Serena, teniendo ambos nueve puntos.
Con esa espada sobre la cabeza, el cuadro calerano que todavía trabaja al mando del técnico interino Carlos Galdames, debe visitar a Banfield este jueves, en un duelo que puede marcar su destino en la Sudamericana, donde los resultados, a diferencia del plano local, han sido positivos, tanto así que Calera lidera el grupo "C" con cinco unidades, merced al triunfo que lograron justamente sobre el cuadro argentino, y a los empates con Universidad Católica en Ecuador y con Santos.
Ha sido una zona bastante pareja y Unión La Calera saca ventaja al ser tras las primeras fechas, el único invicto, aunque lo que viene por delante asoma difícil al estar el equipo rojo sin el entrenador definitivo para lo que queda de la temporada, ya que los controladores del club aún no anuncian al DT que llegará a dirigir a un equipo que es colista del campeonato, pero que tiene buenas posibilidades en la Copa Sudamericana.
Entre los nombres que han sonado para calzarse el buzo, están Pablo Sánchez, Dalcio Giovagnoli y hasta Roberto Sensini, aunque nunca es descartable que los accionistas de la S.A. vuelvan a apostar por un nombre del mercado argentino, aunque no debería ser uno sin experiencia como los últimos que han traído.
En lo que queda de la Sudamericana en tanto, el conjunto calerano apuesta por salir vivo de sus incursiones a Buenos Aires y Santos, para poder rematar el grupo como local recibiendo a los ecuatorianos de la "Chatoleí".
Claudio Morales Salinas
La Estrella de Valparaíso