Este 22 de abril celebramos el Día de la Tierra teniendo un gran desafío pendiente: abordar el problema de la gran cantidad de residuos tecnológicos que se acumulan y generan contaminación en nuestro planeta.
Siete son las categorías de producto que requieren tratamiento prioritario: pilas, neumáticos, baterías, envases de embalajes, diarios y revistas, aceites y lubricantes, y, por supuesto, los aparatos eléctricos y electrónicos. La obsolescencia programada obliga al recambio acelerado, y teléfonos y computadores son rápidamente reemplazados. Si seguimos así, el año 2027 podríamos llegar a generar 14 kilos de basura tecnológica por habitante en Chile; un 46,5% más que en 2017[i].
En nuestro país ya rige la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que establece metas para la gestión de residuos electrónicos, cuando apenas el 3,4% recibe algún tipo de tratamiento[ii]. Sin embargo, en Chile cada vez existen más lugares de acopio, lo que facilita la tarea de reciclar.
Lo más importante es evitar caer en el continuo recambio de aparatos. Hoy es posible alargar la vida útil de computadores, teléfonos y consolas actualizando solo algunos de sus componentes, como memoria RAM, SSD o tarjetas flash. De esta forma, podemos sacar mejor partido a un dispositivo durante muchos años. Es una opción que tenemos a la mano para conmemorar este Día de la Tierra.
Francisco Silva
Kingston Technology