Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso

Con la detención de 11 personas, la PDI desbarató una "agrupación criminal transnacional" que se dedicaba al tráfico de personas -principalmente mujeres- en territorio nacional, donde después las obligaban a prostituirse.

Se trata de una banda compuesta al menos por ocho chilenos, dentro de ellos el líder, y tres extranjeros de nacionalidad colombiana, ecuatoriana y brasileña.

Captaciones

El prefecto general José Ortiz, subdirector de Inteligencia, Crimen Organizado y Seguridad Migratoria de la PDI, señaló que los sujetos operaban en distintas regiones del norte, centro y sur del país. Sin embargo, la investigación se radicó en Quillota, donde -según la fiscal Gabriela Fuenzalida- se hacían las captaciones de las víctimas.

En ese sentido, según se reveló en la audiencia de control de detención hecha en Quillota, al menos cuatro detenidos mantenían domicilio en esta región.

Ortiz sostuvo que los integrantes de la banda "reclutaban víctimas desde los países del norte de Sudamérica y las traían mediante el engaño o publicidad directa para incurrir en el delito de prostitución y de trata de personas, donde ellos se enriquecían ilícitamente y a la vez permitían que el tráfico de migrantes aumentara".

"Se ocupaban redes sociales para capturar, captar mujeres extranjeras, ingresarlas al territorio nacional, distribuirlas a establecimientos donde se les obligaba a realizar comercio ilegal de carácter sexual", precisó el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.

Sometimiento

El prefecto Ortiz agregó que los autores de los ilícitos utilizaban como mecanismos de retención de las víctimas "amenazas directas, a través de familiares en sus países de residencia, retención de pasaportes y otras técnicas innombrables en este momento, pero que son someter a la víctima".

Con la investigación, que se ha extendido por cerca de un año, "se busca desbaratar piramidal y organizacionalmente la cúpula de esta organización", precisó Ortiz, quien declinó entregar mayores detalles, pues se trata de una investigación reservada que será formalizada el viernes en Quillota.

Por su parte, el subsecretario Monsalve señaló que "acá hay dos delitos que son de extraordinaria gravedad, como la trata de personas, que es una grave violación a los derechos humanos. Se está desbaratando una banda que cometía uno de los peores crímenes".