Laboratorio placillano crea baterías a base de neumáticos
Científicos nacionales de Sustrendlab, cuyo centro de investigación se ubica en Valparaíso, hicieron historia al crear la primera batería de litio con restos de neumáticos del mundo. En Chile solo el 8,6% de estas piezas son reutilizadas.
Gian Franco Giovines - La Estrella de Valparaíso
La ciencia chilena ha marcado un verdadero hito para el reciclaje mundial de caucho. El laboratorio regional Sustrendlab, ubicado en la localidad porteña de Placilla, ha hecho historia al desarrollar las primeras baterías de litio del mundo a base de residuos de neumáticos.
Las cubiertas de las ruedas de automóviles son uno de los productos más perjudiciales para la salud del planeta. Incluso un informe desarrollado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza estableció que, de todos los materiales contaminantes que hay en el océano, un 28% pertenece a los residuos de las cubiertas de ruedas.
La situación preocupa particularmente en nuestro país, en donde -en línea con el crecimiento del parque automotriz- entre 2011 y 2020 se ha incrementado en un 38,1% la generación de neumáticos fuera de uso, según cifras de la Cámara de la Industria del Neumático de Chile (CINC).
Este producto, vital para el funcionamiento de los automóviles particulares y vehículos industriales, está principalmente compuesto por caucho, acero, fibra textil y materiales químicos, convirtiéndolo en un elemento más que amenazante para el medioambiente.
"Cuando el neumático no se recicla, su degradación puede llegar a durar hasta 500 años. Durante este tiempo, el caucho genera una contaminación química en el aire, suelos y agua, lo que es muy perjudicial para la salud de nuestro planeta", comenta Darío Andreani, fundador de Sustrendlab.
El laboratorio regional -creado en 2018 para la investigación y desarrollo de materiales a partir de residuos industriales- trabaja con un material clave para el desarrollo de las baterías de litio, presente en los neumáticos convencionales: el carbón negro.
"Gran parte de los neumáticos que terminan su vida útil se procesan en una planta de pirólisis, que genera tres subproductos: aceites, aceros y carbón black. Este último componente representa el 15% de la reposición y se considera un residuo. Con el black carbon nosotros somos capaces de producir grafito y formular baterías de litio", agrega Andreani.
Con esta tecnología, la empresa busca en un futuro poder producir baterías para scooters, bicicletas y automóviles eléctricos.
Primera planta t-phite
Gracias a esta innovación del laboratorio placillano, hoy Chile se posiciona como el único lugar en el mundo donde se pueden producir baterías de litio con neumáticos, aportando a mejorar la economía circular del caucho.
Esta vanguardista iniciativa de Sustrendlab hoy se desarrolla tras haber ganado el fondo StartUp del ministerio de Ciencia e Innovación, el cual significó un aporte de $200 millones de pesos para el desenvolvimiento del proyecto.
Tras haber logrado crear la primera batería de litio a base de restos de neumáticos, ahora el objetivo del laboratorio porteño es instalar la primera planta de T-phite (nombre que se le otorga al grafito de neumáticos) del mundo.
Germán Brito, cofundador de Sustrendlab, apunta al futuro a mediano plazo: "Nos estamos preparando para levantar una inversión que permita montar la primera planta piloto de producción de T-phite a mayor escala y comenzar a desarrollar alianzas comerciales con fabricantes de baterías ion litio", explica.
"Luego de esta primera validación tecnológica y comercial, pretendemos avanzar hacia nuevas rondas de inversión que permitan escalar tecnología a una planta industrial, comenzar a empaquetar para llevar la tecnología a otros países y también proyectar lo que signifique 'montar una planta de fabricación de baterías ion litio en Chile", agrega Germán Brito.
Baja reutilización
Una de las preocupaciones respecto al impacto ambiental de los neumáticos es qué se hace con estos cuando termina su vida útil.
La Cámara de la Industria del Neumático de Chile (CINC) en el año 2020 estimó que se generaron 141 mil toneladas de neumáticos fuera de uso (NFU), lo que se traduce en cerca de 6 millones de piezas de caucho.
Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de neumáticos contaminantes, los niveles de reutilización siguen siendo bajos. Según la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), en el año 2020 se registraron 12.165 toneladas de "material gestionado", es decir, la tasa de valorización de neumáticos apenas alcanzó un 8,6% a nivel nacional.