Francisca Palma Schiller

Asolo meses de su reapertura, la plaza O'Higgins de Valparaíso vuelve a ser víctima de actos vandálicos, pero esta vez con una gravedad aún mayor: antisociales quemaron el rewe mapuche ubicado en el sector, símbolo espiritual fundamental para este pueblo originario, que se utiliza como altar para importantes ceremonias.

Los hechos fueron confirmados por la municipalidad porteña, desde donde condenaron lo sucedido y adelantaron medidas legales.

"Este acto de vandalismo y racismo contra el patrimonio material e inmaterial del pueblo mapuche, específicamente la quema de los símbolos wenufoye y wenulefe que se encontraban en conjunto del Chemamull Mapuche, atenta contra un sitio sagrado en donde se ejerce y desarrolla la espiritualidad del pueblo y de las personas indígenas de la comuna; y a su vez se conserva el patrimonio cultural y ancestral de Valparaíso", declararon a través de un comunicado.

"Como municipalidad tomaremos todas las medidas legales correspondientes, contra quien (es) resulte (n) responsable(s) de este hecho. Nos mantendremos en alerta ante estos actos violentos y a su vez llamamos a todas las porteñas y porteños a cuidar y respetar el patrimonio ancestral de los pueblos originarios, a denunciar estos hechos y proteger los bienes de uso públicos", indicaron.

Responsables

En cuanto a los responsables de los hechos, desde el municipio precisaron que aún no han sido identificados.

Quien también condenó lo sucedido fue la concejala de la ciudad, Camila Nieto. "No podemos ser indiferentes ni guardar silencio ante la quema de un símbolo espiritual mapuche y que representa la memoria histórica y cultural de un pueblo que habita esta comuna. Los tiempos actuales llaman a avanzar en reconocimiento, respeto mutuo, diálogo e integración, es la forma que tenemos de salir de los caminos de opresión entre humanos. Es por ello que actos de estas características nos afectan a todos en la ciudad. Es necesario encontrar a las y los responsables de estos hechos", manifestó la autoridad comunal.

Sin poder salir de su casa a trabajar y con el temor constante por su integridad física, se encuentra el limachino Luis Arancibia, quien habitualmente se desempeña como conductor de Uber, pero que -como consecuencia de una funa a través de redes sociales- esta semana ha tenido que dejar de lado su labor y prácticamente recluirse en su hogar.

Esta verdadera pesadilla se desencadenó luego de que usuarios vincularan erróneamente el vehículo que maneja (un Kia Rio 4 blanco) con el automóvil en el cual se desplazaban los sujetos que intentaron secuestrar a una profesora en las cercanías del colegio Galileo de Quillota (un Kia Cerato blanco con vidrios polarizados).

Patente clonada

Los problemas para este limachino comenzaron cuando se comenzó a difundir en las redes sociales la supuesta patente del vehículo y no pasó mucho tiempo para que comenzara a recibir amenazas también a través del ciberespacio.

Esta confusión, sostiene, tiene su origen en que la patente fue clonada. De hecho, la dueña del vehículo (él lo arrienda para trabajar) denunció este hecho ante las policías. En el caso de ella la situación también es preocupante, ya que incluso en la web se ha compartido su dirección.

"Salió en redes sociales y la dueña del vehículo me informó. Yo estaba en Santiago ese día. En ese momento no andaba con el vehículo, pero después en la tarde tenía que llegar y salir a trabajar en él, pero no pude, al otro día pasó lo mismo", recuerda Arancibia sobre este martes, jornada en la que ocurrió el intento de secuestro y en la que también comenzaron sus problemas debido a la funa.

Aunque no tiene ninguna vinculación con el ilícito que está siendo indagado, este conductor ha tenido que pagar culpas ajenas. Es así como, a modo preventivo por su seguridad y también porque fue dado de baja de la plataforma de Uber hasta que se aclare todo, indica que no le queda otra opción más que mantenerse en su hogar sin trabajar.

"Necesito que se aclare porque así yo, como chofer del vehículo, puedo volver más rápido a mi trabajo (...) Del día martes, que empezó todo esto al mediodía, yo no he podido ocupar el auto, y es mi herramienta de trabajo", lamenta el limachino.