Camila Rojas Vargas

Jaime Fillol, Fernando González, Harold Mayne-Nicholls, Aldo Schiappacasse y María José Echeverría. Cada uno aportará la experticia desde el mundo deportivo y juntos darán vida a un plan que nace desde la academia.

"El deporte no es solamente lo que ocurre en la cancha, si no que genera un impacto muy profundo en la sociedad, en la hinchada, en los padres, en familiares y el entorno. El deporte ha existido de tiempos pre paleolíticos, el primer humano ya jugaba y hacía actividad física, es una cosa que todos llevamos, desde el joven que tiene talento hasta el adulto mayor que tanto lo anhela", tuvo para decir Fillol sobre los fundamentos del proyecto que lleva por nombre Instituto del Deporte y Bienestar.

El extenista de 75 años es el director de la mesa y se encargará de liderar al equipo para cumplir con las metas propuestas, entre ellas, "crear cursos de capacitación y diplomados para educar sobre otros aspectos que tienen una relación indirecta con el deporte, como la psicología deportiva, nutrición para el deportista, medicina del deporte o kinesiología", planteó el ganador de los Masters de Indianápolis y Las Vegas en los años setenta, que se dedica a la docencia en la educación superior hace 20 años.

La unidad académica de la Universidad Andrés Bello dio el puntapié inicial a la iniciativa en Viña del Mar durante la ceremonia de investidura de los deportistas de la casa de estudios. "Nuestro objetivo es ayudar a generar una cultura deportiva dentro y fuera de la universidad, y para eso necesitamos levantar investigación que permita a la institución tener una opinión, una voz pública, en temas relacionados con el deporte", dijo el profesor de la carrera de entrenador deportivo y educación física que no piensa dejar las aulas en un futuro próximo.

Fernando González es el subdirector del instituto que en específico contará con un consejo asesor integrado por el dirigente deportivo Harold Mayne-Nicholls, el comentarista deportivo Aldo Schiappacasse y la atleta María José Echeverría.

Región de Valparaíso

Jaime Fillol hace un análisis a la promoción y alcance de las actividades deportivas en la zona, las que a su criterio no son suficientes. Parte comentando que "si el tenis está reducido en la región de Valparaíso como lo está en comparación incluso con años anteriores, me puedo imaginar que los otros deportes también".

Asimismo opina que "hay poca sinergia en el mundo del tenis, hay gente que hace muchas cosas buenas pero en un contexto muy propio y reducido y se relaciona poco con los demás", es decir, "no estoy mirando al club de San Antonio, Llolleo o Quillota", ejemplificó el profesor.

A su parecer hay una falta de integración "de aquellos deportes que están con fuerza como el rugby en la región, para eso se necesita una mirada más comunitaria para que no nos quedemos marcando el paso y logramos aunar", aunque en esa línea también hizo un "mea culpa".

"Hicimos el ATP de Viña, que es un motor de promoción gigante, fueron diez años en la ciudad, y a pesar de eso no logramos penetrar en el mundo del tenis en la región", explica el exjugador cuya familia lleva la organización del evento. En la misma Ciudad Jardín, hace unas semanas se celebró la Copa Davis, una instancia "muy valiosa y que comunica algo muy positivo que se haga en región", pero que a su sentir en cuanto a la integración de talentos a los clubes "no se traduce efectivamente en ningún cambio en el cotidiano".

Por el ATP 500

En el último tiempo ha trascendido que el clan Fillol busca convertir el Chile Open en un ATP 500. "Le hemos dicho a la ATP que estamos interesados en convertirnos en un 500, nos hace ilusión pensar en algo mucho más masivo", declaró el extenista que recalca que "no es una cosa fácil, no basta solo con tener los recursos".

"Chile es un país de calendario internacional donde participan los tenistas que no quieren más campeonatos, piensan que ya están jugando mucho, entonces ahí hay una disputa ciertamente interna en el ATP, donde participan tanto jugadores como organizadores", subrayó.

Por último, en cuanto a su nieto Nicolás Jarry, Fillol recalcó que "Nicolás tiene esa característica de una buena relación y comunicación con los más jóvenes, no es un Nicolás Massú que tiene mucha comunicación y espontaneidad, es más parecido a un Fernando González que es más reservado o a lo mejor cuidadoso de cómo relacionarse. Tiene buenos valores y mucho que comunicar en ese sentido así que el problema que hay es que en la medida que va mejorando sus resultados va a tener mayor visibilidad".

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