El comienzo de la perfecta unión
Tú eres tu entorno. Todo es tu percepción, todo es simplemente un gran espejo. Un gran espejo que te refleja el amor, la dicha, la perfección. También te refleja el miedo, te refleja los lugares donde no te estás amando. Cuando me sano a mí mismo, sano al mundo. Cuando yo cambio, mi espejo me refleja esos cambios.
Cuando te amas a ti mismo comienzas a recibir amor del afuera. Tu entorno ya no te afecta, porque ya no eres eso. La dualidad continúa existiendo, pero estás tan anclado en el amor a ti mismo, que ya no dependes de la aprobación de otras personas.
Esa es la mayor libertad. Cuando buscas la aprobación en el afuera tienes que cambiarte a ti mismo constantemente. En tu búsqueda por complacer a los otros debes adoptar las falsas posturas de las estrechas máscaras que se supone son aceptadas por la sociedad. Tienes que mentir. Tienes que abandonarte a ti mismo.
Pero cuando estás anclado en la conciencia eterna, cuando te amas incondicionalmente, sabes que eres perfecto exactamente como eres. Entonces el afuera comienza a espejar eso. No significa necesariamente que todo el mundo comienza a agradarte, pero cuando te amas tanto, puedes ver que todo lo que no viene desde el amor es solo miedo, y que a la larga, eventualmente se convertirá en amor.
Tal vez, cuando comienzas a verte a ti mismo, encuentres cosas que no te gusten, pero, ¿por qué juzgarlas tan severamente? Si no te gustan, ¡suéltalas! Es así de simple. Las cosas que a mí no me gustan, simplemente las suelto. Pero las amo, no las veo como algo malo.
Tienes que amar cada aspecto de ti. Si tratas de rechazar algo, es como si intentaras sujetar un maremoto. Simplemente se hace cada vez más grande. Y más grande. ¡Y más grande! No lo rechaces. Abrázalo y se moverá. Sé gentil. Y deja de pensar que esto es tan serio, no es tan serio. No vas a obtener un certificado de graduación: "Mira, me gradué de la vida". Sé gentil, sé como un niño. Para la mente y deja de cuestionarlo todo.
Yo permanezco altamente consciente en cada momento. No estoy en el futuro creando un sufrimiento imaginario, estoy presente en este momento. No es que esté pendiente de todo lo que hago pero siempre estoy consciente de mí misma, observando si hay algún lugar donde puedo ser más. Pero no se trata de un autoanálisis obsesivo, simplemente, soy consciente de mí.
Soy consciente de las elecciones que hago: si sirven, si son más amor. Mis elecciones son muy importantes, y generalmente son espontáneas, pero siempre hago una elección más elevada. No elijo basándome en el deseo, todo es elegido a través de la conciencia, porque no estoy intentando conseguir nada. Estoy enfocada en dar.
Lo único que cada uno de nosotros puede hacer es volver a casa, a la unidad. Eso es lo único que existe. Todos podemos morir, pero la unión siempre sigue ahí. Lo único importante es tu conciencia.
Y sí, puede que ocurra el fin del mundo. Pero tal vez sea el fin del mundo del sufrimiento, tal vez sea el fin del mundo basado en el miedo. Lo puedes percibir desde el amor, o desde el miedo.
Tal vez sea el renacimiento de la conciencia en unión.
Tal vez sea el comienzo de la perfecta unión.
Ese es mi foco.