Las sectas y el sexo
Acusaciones de todo tipo han surgido en torno a movimientos religiosos que utilizan las relaciones sexuales para atraer a nuevos miembros.
Por Juan Guillermo Prado
Cuando me iniciaba como periodista, hubo una denuncia en la zona lacustre de la Región de la Araucanía sobre la utilización de unas jóvenes en materia sexual por parte de una secta. Viajé hasta allí y conversé con su líder. Tras negar las acusaciones, me desafió: "Para conocer el verdadero amor de Jesús, debes tener relaciones con mi señora…".
Perplejo, respondí: "¿Y no te dan celos?". Su respuesta fue insólita: "No porque los celos son satánicos".
Esta secta, llamada Hijos o Niños de Dios, Familia del Amor o Amor en Acción, ya que ha cambiado de nombre varias veces, surgió en California en 1968, en plena época de la "Revolución de las Flores".
Su fundador fue David Brandt Berg, quien fue pastor de una iglesia evangélica. Sus primeros conversos provenían del movimiento hippie. En 1972 comenzaron los problemas legales. En Estados Unidos la secta fue acusada de evasión fiscal, poligamia, violación, incesto y secuestro de niños. Varios miembros emigraron a Europa, sudeste asiático y América del Sur. Se disolvió oficialmente en 1978, pero en Chile seguía funcionando en la década de los años '80.
En Argentina tuvieron más éxito, hasta que en el invierno de 1993 fueron allanadas siete sedes de la secta y por orden judicial se rescató a unos 250 niños y adolescentes, por el cargo de corrupción de menores. Entre los 30 detenidos en el operativo había personas de 15 nacionalidades distintas y muchas con sus nombres cambiados para no ser identificados por la policía.
"Dios ama el sexo"
Para el líder de la secta, las mujeres debían ser pescadoras. Ellas pescarían y llevarían a los hombres a través del sexo al reino de Dios. Una de sus hijas, que abandonó la secta y fue entrevistada por la periodista Barbara Walters, afirmó: "Era prostitución religiosa".
Para fundamentar sus propuestas sexuales, el líder de la secta utilizaba un fragmento de una epístola del apóstol San Pablo: "Para los puros todo es puro siempre que se haga con amor". Y añadía: "Dios ama el sexo, el diablo lo odia".
Basado en las palabras de Jesús, señalaba: "Síganme y los haré pescadores de hombres". Para ello utilizaba lo que denominó la "pesca coqueta". Se comunicaba con sus seguidores a través de cartas: "Mis pequeños pececillos, ¿harían cualquier cosa por Jesús para ayudar a vuestro pescador a obtener almas? ¿Incluso sufrir la crucifixión del anzuelo o los peligros del cepo? Pensadlo, ¿hasta dónde llegarías? ¿Hasta el final?". Los dibujos que acompañaban el texto dejaban claro qué era el anzuelo (las mujeres de la secta) y qué era el cepo (hombres que pudiesen ser futuros miembros).
A finales de los '70, la "pesca coqueta" fue tan habitual que se calcula que en 1981 nacieron cientos de bebés concebidos durante su práctica. Berg había prohibido los métodos anticonceptivos. Quería que naciese el mayor número de niños posible y que al nacer fueron separados de sus padres y cuidados por integrantes de la secta. El "gurú" quería terminar con la idea de familia tradicional. El distorsionado uso del mensaje bíblico era habitual. Se condenaba la homosexualidad por estar prohibida en el Antiguo Testamento, pero no el lesbianismo, porque la Biblia no decía nada al respecto.
Acusado en los tribunales de justicia de diversos países, cambiaba de domicilio frecuentemente, hasta que murió en Portugal en 1994. Hoy la secta está dirigida por su esposa, conocida como la Reina María.
El Pecado de la Carne
Para el sociólogo y escritor Humberto Lagos Schuffeneger, existen en materia sexual diversos tipos sectas: "En el caso de los Niños o Hijos de Dios, el acto sexual se constituye en medio salvífico y en práctica laboral. Así mismo se puede hablar de sectas vagino-fálicas, en que la disponibilidad sexual de las mujeres se sujeta a una doble función: satisfacer las ansiedades sexuales de los fieles hombres del grupo sectario y prácticas de prostitución con individuos exteriores a la comunidad, para obtener el dinero necesario para el crecimiento institucional".
"Hay además sectas promiscuas u orgásmicas, donde las relaciones sexuales son libres y hacen parte central de las prácticas ceremoniales, las que terminan periódicamente en bacanales masivas, donde hay prácticas homosexuales y lésbicas. Aseguran que con sus prácticas liberales construyen la verdadera dimensión del amor", agrega.
-Supongo que hay sectas que restringen el sexo...
-Efectivamente, hay sectas restrictivas o moralizantes que imponen una férrea limitación a toda práctica sexual promiscua o extra reglamentaria, imputando al sexo función de pecado. Las relaciones de pareja solo son autorizadas por el líder, el que incluso designa por inspiración divina a las mujeres y hombres que deben convivir en esa condición. El sexo constituye la bajeza del pecado de la carne y no dominarlo implica servidumbre al mal, al mundo y es el camino de perdición. Sin embargo, es perfectamente posible que la inspiración divina autorice excepciones sexuales al líder o a alguno de los dirigentes. Incluso las relaciones sexuales entre parejas autorizadas se sujetan a calendarios y comportamientos prefijados.
Por ejemplo, en algunas comunidades Hare Krishna los hombres y las mujeres viven separados y los matrimonios solo pueden tener relaciones sexuales cuando la mujer está fértil.
Hay sectas que rechazan el sexo como los shakers (tembladores, por sacudir sus cuerpos mientras rezan). Son una pequeña secta religiosa que se fundó en Manchester, Inglaterra, en 1747. Su fundadora Ann Lee, era conocida como Madre Ann y afirmaba tener visiones de Dios. Fue encarcelada en Inglaterra por sus controvertidas opiniones religiosas. Tras su liberación viajó con un pequeño grupo de fieles los Estados Unidos.
Este grupo se instaló en una pequeña ciudad al norte del estado de Nueva York. Creían en el celibato e intentaron criar nuevas generaciones de niños adoptando huérfanos en su comunidad. El movimiento shaker pronto creció, con la aparición de nuevas comunas en Nueva Inglaterra, así como en Kentucky y Ohio. Sus comunidades eran conocidas por su devoto cristianismo y por su ética de trabajo. Se desempeñaban como mueblistas, agricultores y sanaban sus enfermedades con hierbas medicinales. Hoy en día, solo queda una comunidad en el estado de Maine. Son un puñado de fieles y ya no se les permite adoptar niños como grupo religioso. Creen que una vez que la membresía del grupo se haya reducido a solo cinco miembros, habrá un avivamiento y nuevamente las comunidades florecerán.