Más de la mitad de los chilenos adultos tienen obesidad o sobrepeso
Hoy es el día mundial de la enfermedad, fecha que busca generar conciencia sobre una de las enfermedades crónicas no transmisibles que más afecta a la ciudadanía.
Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso
La pandemia del COVID no es la única que aqueja a nuestra sociedad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como "pandemia" aquellas enfermedades de propagación mundial, y la obesidad es una de tipo no infecciosa. La situación en nuestro país es alarmante.
Según cifras entregadas por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el 74,2% de la población adulta en Chile tiene obesidad o sobrepeso, situándose en segundo lugar, después de México (75,2%) y superando a países como Estados Unidos (71%).
Hoy, en el día Mundial de la Obesidad, se busca concientizar a la población sobre aquello, ya que la obesidad constituye un factor de riesgo para otras enfermedades, tales como diabetes, hipertensión, problemas al corazón, entre otras.
El doctor José Amat, cirujano especialista en Cirugía Bariátrica de Clínica Dávila, explicó que, "la obesidad es una enfermedad que ha aumentado en todos los grupos sociales, en todas las sociedades, y constituye un factor de riesgo de otras enfermedades como diabetes, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares".
Sobre este punto, la doctora Susana Velasco, especialista del Centro de Tratamiento de Obesidad de Clínica Ciudad del Mar, detalló sobre lo que significa tener sobrepeso y obesidad.
"Aumenta el riesgo de tener enfermedades metabólicas y cardiovasculares entre las que destacan: cardiopatía coronaria (infarto), hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, accidente cerebrovascular, dislipidemia, hígado graso, colelitiasis (cálculos en la vesícula), artrosis, apnea del sueño y varios tipos de cáncer", aseguró la especialista.
Cómo prevenirla
Ante las alarmantes cifras, ¿cómo prevenimos esta enfermedad? Para Bernardita Vignola, nutricionista de Clínica Santa María, la clave es la educación para generar cambios en el largo plazo, partiendo desde la infancia.
"Lo que se debe buscar es una educación en el paciente, que permita generar cambios en los hábitos, más que dietas específicas", subrayó la profesional.
Oportunidad en la que entregó una serie de recomendaciones.
"Disminuir el consumo de alimentos altos en grasas totales, grasas saturadas, de azúcares, aumentar el consumo de frutas y verduras, de legumbres, consumir frutos secos, preferir cereales integrales, leer los etiquetados de los alimentos y preferir aquellos sin sellos. Otro elemento importante, sobre todo ahora que comienza un nuevo año escolar, es considerar colaciones saludables como frutas, pan, huevo, evitando alimentos ultra procesados como golosinas o barritas de cereales", precisó.
Además, es fundamental realizar actividad física, por lo menos dos o tres veces por semana. Junto con esto, es clave el compromiso individual y familiar para involucrar actividad física y otros hábitos saludables, donde destaca el aprendizaje sobre alimentación.