"Esperamos un juicio que dé una señal al país de que acá no hay lugar para el crimen organizado"
Valentina Correa, hija del empresario de Concón asesinado por encargo en mayo de 2020, anticipa el maratónico proceso judicial que comienza este lunes, donde cuatro imputados enfrentarán a la justicia por su presunta participación en este crimen. El sicario, el contratante y los cómplices enfrentan penas que van entre 15 y 38 años de cárcel, aunque los querellantes pedirán perpetua calificada para los autores del homicidio.
Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso
Este lunes 14 de febrero, cuatro acusados enfrentarán el juicio oral del asesinato que hace casi dos años impactó a la comunidad de Bosques de Montemar, en Concón, donde el empresario Alejandro Correa fue ultimado en el frontis de su vivienda del tranquilo sector residencial mientras conversaba con un amigo.
Aquel 18 de mayo del 2020 la información de un baleo rápidamente comenzó a difundirse y en cosa de horas ya se hablaba derechamente de un crimen por encargo que, hasta ese momento, prácticamente no tenía precedentes en Chile.
Así fue que se conoció el caso de "El sicario de Concón", vinculado de forma casi inmediata con una demanda civil que la víctima mantenía en Quilpué en relación con tierras de su propiedad y una denuncia que cuatro días antes del crimen -el 14 de mayo- había interpuesto por la ocupación ilegal de dichos terrenos.
El 21 de mayo, la PDI detuvo en Quilpué a Víctor Gutiérrez Londoño, ciudadano colombiano apodado "el parce", quien según Fiscalía reconoció haber recibido un pago de cinco millones de pesos por acribillar a Correa.
Intención homicida
El día del crimen, Gutiérrez llegó hasta el domicilio de Correa y "con intención homicida, a corta distancia y utilizando un revólver" dio muerte al empresario de un tiro en la cabeza para luego huir en un colectivo, cuyo chofer -Claudio Riveros- posteriormente fue detenido en calidad de cómplice al igual que la pareja del extranjero, Melissa Palma.
En la imputación de cargos de los cómplices, el fiscal Stefan Kramar sostuvo que el día antes del crimen, Palma, Riveros y Gutiérrez concurrieron a Bosques de Montemar a efectuar una especie de reconocimiento del sector donde horas más tarde sería asesinada la víctima.
En agosto, luego de investigar millonarios cheques y escuchas telefónicas, la PDI detuvo a Renato López, sindicado como el presunto autor material del crimen. En otras palabras, el financista.
En su imputación de cargos, Kramar señaló una especie de plan distractivo ejecutado por López que incluía la toma del terreno y una oferta de compra de algunas hectáreas propiedad de Correa. Kramar relató que cuando Correa visitó su terreno previo a la denuncia del día 14, se encontró con Luis Alarcón -formalizado en una causa aparte tras ser sindicado como el líder de la toma de los terrenos- quien conocía a López "como lo revelan las escuchas telefónicas. Lo que estima el Ministerio Público que hizo Renato López, fue precisamente congelar el juicio civil, dar una visión de acercamiento a Alejandro Correa y propender a que éste no se preocupara del conflicto", relató Kramar.
Le convenía vivo
Sobre la teoría del caso de Kramar respecto de López, el abogado defensor de este, Héctor Petit, señaló en la preparación de juicio que lo imputado a su representado "es falso, por cuanto el juicio civil desarrollado en Quilpué (con Correa) estaba sujeto a un resultado totalmente incierto bajo una relación de respeto y comunicación fluida entre abogados, y con la posibilidad concreta de llegar a un acuerdo económico de $50 millones para poner fin a dicho litigio. De allí la importancia, para mi representado, de que don Alejandro Correa estuviera vivo", dijo Petit.
Así las cosas, este lunes López, Gutiérrez, Riveros y Palma enfrentarán el juicio oral proyectado para 40 jornadas, en las que Fiscalía buscará las penas totales de 20, 38, 18 y 15 años, respectivamente, para los acusados.
En tanto, la familia de Correa pide la pena máxima para los dos primeros: presidio perpetuo calificado. De esta manera es que tanto la hija de Correa, Valentina, como el abogado que la representa a ella y a su familia, Juan Pablo Hermosilla, esperan un juicio que bien puede marcar un precedente y jurisprudencia atendida la forma en que han variado los crímenes en nuestro país.
"Esperamos un juicio transparente, limpio, y que dé una señal al país de que acá no hay lugar para el crimen organizado. También espero que los medios de comunicación y la ciudadanía estén mirando este caso porque nos hace prender la luz, que creo que es muy necesario", comentó Valentina Correa.
Delito importado
"Por las características del crimen, efectivamente acá hay un delito importado, que es el sicariato con estas características tan a sangre fría. O sea, estamos hablando de alguien que va un lunes por la mañana, a cara descubierta, a tocar el timbre y matar a alguien. Es algo que pocas veces lo habíamos visto", sostuvo la hija del empresario.
En ese sentido, el abogado querellante Juan Pablo Hermosilla indicó que "acá ocurrió un hecho terrible, por la mera disputa de un terreno se termina contratando a un sicario para matar a la persona que lo demanda. Esto es un hecho muy grave socialmente y desde ese punto de vista esperamos que la justicia reaccione con el máximo rigor legal".
Contrato social
En esa línea, Hermosilla afirma que "sin duda" este juicio marcará un antes y un después en un país donde los casos de sicariato, algunos hasta con secuestro, van en aumento. "Es muy importante que el sistema de justicia nuestro actúe con el máximo rigor, respetando las garantías de todos, pero con rigor porque de lo contrario, van a socavarse las bases del contrato social, nuestra paz social va a desaparecer y vamos a transformarnos en un país como México, donde la violencia es la regla y las normas jurídicas y el sistema de justicia son inoperantes", declaró el jurista.
Hermosilla agregó que parte del debate que él planteará en el juicio será "una situación bastante curiosa, sospechosa, y rara porque el señor López, en mi opinión, no debió haber estado en libertad".
"Él debería haber estado cumpliendo condenas por narcotráfico y fue absuelto en forma muy extraña en dos casos. Hay unas causas recientes donde también fue absuelto y es algo que vamos a discutir, pero pareciera que hubo algún tipo de interferencia en lo que es la administración normal de justicia porque el fallo que lo absuelve es un fallo que se aleja de la jurisprudencia tradicional chilena. Él es sorprendido con una cantidad importante de droga en su auto y el tribunal lo absuelve a pesar de dar por acreditado que iba con la droga, entonces es algo que vamos a discutir durante el juicio, lo voy a plantear porque me parece que, por lo menos, es sospechoso lo que pasó con esa resolución", adelantó el querellante.
Por su parte, Valentina Correa concluye que "el precedentes que yo espero que se marque es que haya mayor confianza en la Fiscalía como en las policías, que sí existen las competencias para poder investigar este tipo de crímenes que son muy complejos. Se cree que las policías no están bien preparadas; entonces, si se acredita la culpabilidad, es una buena señal para dar cuenta de que las policías tienen las herramientas para conocer la verdad".