Familia perdió el rastro de hija en Ecuador tras misteriosa llamada
Joven de 23 años, oriunda de Limache, se comunicó por última vez hace seis días, pidiendo ayuda. Desde octubre vive en el extranjero con un hombre al que conoció por redes sociales.
Mirian Mondaca - La Estrella de Valparaíso
Seis días y noches sin saber nada de su hija de 23 años y el pequeño hijo de ella, de 5, es el calvario que está viviendo una familia de la comuna de Limache, que el pasado 3 de febrero le perdió el rastro a Vania Morales Olivares, cuando la joven se contactó desde Ecuador con el padre del menor en Chile a través de una inquietante videollamada.
Después de pedir que la ayudaran y enviar por WhatsApp un par de fotografías, donde se observan algunos moretones en su cuerpo, la comunicación se cortó y no supieron más de ella. Ahora sus cercanos sienten que cada segundo es valioso para encontrarla.
La joven vive en Ecuador desde octubre del año pasado cuando, tras conocer a través de redes sociales a un hombre con residencia en ese país, comenzó una relación amorosa con él y decidió dejar todo en Chile para viajar y vivir juntos.
Cuando ella tomó a su hijo y sus maletas para abandonar territorio nacional, había mantenido contacto vía mensajes y videollamadas por aproximadamente siete meses, tiempo en el que sus padres no notaron nada extraño, solo que ella era un tanto hermética al hablar de su pareja virtual.
No podía hablar sola
El padre de la joven, Guillermo Morales, cuenta que según el relato de la expareja de su hija, quien recibió la última videollamada de WhatsApp, ella se notaba alterada durante los pocos instantes que duró la breve comunicación que tuvieron.
"Estaba usando el teléfono del tipo (su actual pareja) allá en Ecuador. 'Te voy a mandar rápido las fotos, ayúdame, por favor, ayúdame', le dijo. Fue una conversación cortísima", relata este acongojado limachino.
Después de eso, nunca más volvió a contestar y tampoco -hasta el cierre de esta edición- ha tenido contacto a través de sus redes sociales ni ha subido actualizaciones de estado ni fotografías.
En el instante que tuvo su última comunicación con Chile, la joven habría estado usando el celular de su pareja en Ecuador, ya que el suyo resultó dañado -aparentemente, según señala Morales- porque este hombre lo habría roto. Así, en el último tiempo, la joven solo podía hacer llamadas a sus padres con él presente y a través de su teléfono móvil.
"Estamos moviendo mar y tierra para lograr llegar a ella de alguna manera porque no hay comunicación. Estamos tratando de llamar de diferentes teléfonos, hemos creado perfiles falsos para tratar de averiguar algo, hemos hecho todo, pero nada (...) Yo he recorrido todo, Carabineros, Fiscalía, Investigaciones, Departamento de Extranjería... Hemos hecho todo, pero lamentablemente desde Chile no podemos hacer nada si no se hace específicamente en Ecuador", se lamenta Morales.
Las circunstancias en las que ocurrió la última llamada de Vania y, ahora recapitulando, otras señales que percibieron durante estos meses teniendo contacto remoto, llenan de dudas a esta familia limachina. De hecho, en el último tiempo "se veía con cara de pena, pero no decía nada", recuerda su padre, quien además señala que lucía con el cabello rapado y que cuando intentaban hablar con el ecuatoriano, él solo saludaba de forma cortante y sin mostrar su rostro.
Otro aspecto que genera dudas en la familia de la joven es que, antes de que perdieran contacto con Vania, su actual pareja en Ecuador les comenzó a pedir dinero, supuestamente para cubrir gastos de la joven allá. También que, luego del 3 de febrero, han podido acceder a información que da cuenta de que el sujeto empezó a tener contacto a través de redes sociales con otra persona a quien también le pedía conocerse. El mismo modus operandi que usó con la limachina hoy desaparecida.
Acongojados y viendo cómo pasan los días sin saber nada de ambos, esta familia busca ayuda para intentar dar con su paradero, lo único que saben es que estaría en Cuenca, ya que su hija nunca les dio una dirección.
"Si tengo que ir a sentarme a La Moneda a esperar que salga el Presidente lo voy a hacer, estamos desesperados, es la opción que me queda", manifiesta Guillermo Morales, un padre que con recursos limitados, lo único que desea es volver a ver a Vania y a su nieto.