Estudio USM investiga la llamada "carne in vitro"
Se trata de una novedosa iniciativa científica que permitiría tener carne sin sufrimiento animal, a partir del trabajo con células madre.
Matías Valenzuela - La Estrella de Valparaíso
La posibilidad de comer carne de vacuno sin sacrificio animal parece una idea contradictoria, pero la ciencia podría hacerlo una realidad.
Un equipo de académicos de la Universidad Federico Santa María (USM) ha logrado importantes avances en la iniciativa conocida como "carne in vitro". El equipo, liderado por Cristian Acevedo, director del Centro de Biotecnología de la USM, ha estudiado esta innovación que nació hace diez años en Inglaterra.
La iniciativa apunta a lograr productos cárneos sin replicar las consecuencias de la industria bovina, como la crueldad animal, la emisión de gases y el consumo industrial de agua. Sobre la tecnología usada, Cristian Acevedo explica que la tecnología ya es utilizada en la medicina. "Si tenemos una célula madre humana, podemos generar tejido, músculo, piel; pero si tenemos una célula madre de una vaca, una célula madre muscular de vaca, que se llama célula satélite, podemos generar carne, comestible. El concepto no es tan raro, es llevar la tecnología que ya existe en la medicina hacia el ámbito de la alimentación, para poder consumir carne, sin la necesidad de sacrificar animales", señala.
En cuanto a las proyecciones para llegar al punto de encontrar carne de laboratorio en el supermercado, el investigador del CCTVal plantea que la tecnología existe, pero se necesitan décadas para poder aterrizar los costos.
"Todos los esfuerzos que se están haciendo en el mundo es poder bajar los costos, para después poder llegar a tener un producto que llegue al mercado. Por ejemplo, yo te puedo decir que podría hacer un kilo de carne, y ese kilo de carne podría llegar a valer diez millones de pesos y eso es irreal. Pero así nacen todas las tecnologías", relata.
El proceso es el siguiente. Se parte de la base de tener un banco de células, del cual sacar las muestras. Luego se necesita un sustrato, que son unas células que se denominan scaffold; son un soporte celular que permite que las células se adhieran y crezcan para hacer el proceso de miogénesis.
El tercer y cuarto paso son los más complejos en lo económico, pues estas células se deben desarrollar en un medio líquido que contenga los nutrientes necesarios. A la fecha solo se han podido desarrollar medios líquidos con componentes anímales, lo cual es paradójico con el sentido de esta tecnología.
Finalmente, el desarrollo de la carne in vitro se realiza en un bioreactor, maquinaria industrial de altísimo costo.