'Tíos' y 'Tías' de furgones sufren retraso de pagos de servicios por COVID
Han llevado a cabo trabajos para transportar a pacientes y fiscalizadores durante la pandemia. Acusan poca comunicación de la autoridad.
Matias Valenzuela - La Estrella de Valparaíso
Las conductoras y conductores de furgones escolares de Valparaíso pasan por un duro momento en su rubro, el que se acentuó particularmente tras un retraso en los pagos de los transportistas asociados a servicios COVID con la Seremi de Salud.
Un grupo de conductores llegó hasta las dependencias de la Seremi de Salud para exigir respuestas ante una situación que se ha arrastrado por meses, y que va en perjuicio de su bolsillo. Se trata de servicios especiales para los que se contrató a los transportistas escolares, como trasladar a pacientes COVID a residencias sanitarias, y a funcionarios que deben fiscalizar que se respeten las cuarentenas y asilamientos para contagiados y contactos estrechos.
Los conductores acusan que han habido atrasos de tres meses en los pagos y que ha habido de escasa a nula comunicación hacia ellos para esclarecerles la situación.
Endeudados
Michael Cielo, transportista escolar, cuenta que la situación complica mucho en la economía familiar, ya que tres meses es un periodo muy extenso para no recibir ingresos. Confiesa que él está en Dicom por esta situación, y tuvo que empezar a trabajar para una app de transporte para complementar sus ingresos. "¿Por qué tengo que venir hasta acá, para que me contesten, cuando yo mandé una tremenda cantidad de correos electrónicos, y un tremendo mensaje diciendo que por favor necesito saber fechas de pago, porque yo tengo familia, tengo tres niños, y uno como papá quiere hacer regalos, pero ahora no tenemos ni uno", comenta.
Para Juana Veliz, con más de 20 años en el rubro, el convenio de trabajo alcanzado con la Seremi fue una gran ayuda luego de un periodo oscuro para el gremio, ya que durante el estallido social y la pandemia, las clases presenciales se vieron muy interrumpidas, por tanto no tenían trabajo. Comenta que en un comienzo todo funcionaba bien, con un sistema organizado y pagos a tiempo, pero en los últimos meses la situación se desordenó. Agrega que los viajes se hacían cada vez más largos, teniendo que llegar, por ejemplo a la residencia sanitaria de San Antonio, o la escuela de Alta Montaña en Los Libertadores. "Terminas reventado, pero cuando uno necesita, agachas la cabeza y vamos andando", cuenta.
La "Tia Juanita" advierte que económicamente, los conductores vienen de un momento muy duro, el cual deben sobreponerse para costear los gastos operacionales de su función: peajes, mantención del vehículo y combustible. En cuanto a la mantención, destaca que la ley les exige un nivel de cuidados mayor para sus vehículos, por tanto deben gastar más dinero en ello. Precisamente en un viaje de regreso de San Antonio, sufrió un desperfecto mecánico y tuvo que encargar una cañería interna de petróleo que se conecta con el inyector del motor, gasto que no fue barato. "A nosotros siempre se nos exige más, entonces uno termina debiendo al banco. Si antes debía 1 peso al Banco Estado, ahora debo 7 y 8", relata.
Consultamos a la Seremi de Salud sobre esta situación, y nos manifestaron que "efectivamente ha habido una demora en el pago de los servicios prestados por transportistas de furgones escolares contratados por la Seremi de Salud para el traslado de funcionarios y pacientes. Lamentamos este atraso de carácter administrativo. Situación que ya hemos comunicado a los transportistas y que quedará resuelta el próximo 3 de enero, fecha en que será liberado el pago por parte de la Tesorería General de la República y automáticamente se hará efectivo mediante un depósito en sus cuentas bancarias".