Recordando al Niño Jesús
En tiempos no tan lejanos, la devoción al niño que nació en Belén, Palestina, estaba muy presente en nuestra sociedad. Imágenes religiosas como el Niño Jesús de las Palmas, en Olmué, dieron origen a festividades religiosas muy arraigadas. Hoy el pesebre ha sido desplazado por el árbol de Navidad.
Por Juan Guillermo Prado
Llegó Navidad y pocos recuerdan que en esta fecha histórica nació el Niño Jesús en el Portal de Belén. En este tiempo que ha predominado el consumismo, la gente se ha olvidado de que estamos en pandemia y la competencia por los regalos se ha desatado, aunque muchos queden endeudados hasta la próxima Navidad.
Sin embargo, no siempre fue así. En tiempos coloniales las iglesias y conventos rivalizaban por quien tenía el nacimiento más hermoso. La historia señala que San Francisco de Asís, en el año 1223, creó el primer pesebre con personajes vivos.
En el transcurso del siglo XIX, en una iglesia protestante de Santiago, se instaló el primer pino de Navidad y a comienzos del siglo XX una juguetería alemana trajo el primer Papa Noel, que no tenía ninguna semejanza con el actual Viejo Pascuero que ha impuesto la Coca Cola.
NIÑO DIOS
En los campos del valle central aún está vigente la novena al Niño Dios y en la noche de Navidad los poetas a "lo divino" entonan cuartetas y décimas en su honor: "Ángel glorioso y bendito, varillita de culén, nació nuestro Redentor en el portal de Belén".
Sin embargo, en el villorrio de Palmas de Alvarado, en la comuna de Olmué, el 25 de diciembre se venera al Niños Dios cuya imagen, según la tradición, fue encontrada en el año 1775 por un campesino que la llevó a su casa esperando que apareciera su propietario.
En el año 1780, la entregó a un agricultor quien en su casa comenzó el culto. Más tarde se erigió una modesta capilla que comenzó a congregar a los fieles de las cercanías y grupos de bailes "chinos", nombre que proviene del quechua que significa servidor.
Hoy es una auténtica expresión de la religiosidad campesina de la Región de Valparaíso.
También en Navidad fue muy importante la devoción al Niño Dios de Malloco. No está claro el origen de esta imagen que representa a un infante de unos doce años. Se cree habría llegado de Perú. Los pobladores aseguran que fue encontrada en tiempos coloniales y que Juan Erazo, teniente del Ejército patriota, la entregó al párroco José Luque, donando junto a ella el terreno donde se edificó la primera capilla que lo custodió.
La celebración consiste en una procesión por las calles del pueblo.
Zapatos gastados
En Sotaquí, un pequeño pueblo cercano a Ovalle, está el santuario del Niño Jesús. Los orígenes de esta imagen se remontan a los inicios del siglo XIX. Se cuenta que vivía en el lugar una yerbatera que, al visitar a un enfermo en las proximidades de río Hurtado, divisó un trío de niños que pastoreaban un piño de cabras.
Uno de ellos era la pequeña imagen de Jesús. Su fiesta se realiza el día 6 de enero y, según la tradición local, todos los años se le deben cambiar los zapatitos a la pequeña imagen pues se le gastan al recorrer los campos que circundan el santuario.
En la iglesia de los carmelitas en Praga, capital de la República Checa, está una imagen del Niño Jesús que, según la tradición, habría pertenecido a la española santa Teresa de Jesús.
La figura fue donada a los frailes carmelitas en 1628 por una princesa. Es quizás la imagen más popular del Niño Jesús en el mundo. Al visitarla el Papa Benedicto XVI, el año 2009, le regaló una corona de oro.
En nuestro país fue muy importante esta devoción traída por los carmelitas. Se fundó una parroquia en la avenida Independencia de Santiago. Entre los años 1917 y 1978 existió la revista "El Carmelo y Praga" y en Viña del Mar hubo un club deportivo denominado como dicha publicación.
religiosidad
Giovanni Carvajal Farías es el encargado del área de proyectos del Museo de Arte Colonial de San Francisco y es experto en temas relacionados con religiosidad popular.
Respecto a la disminución de la devoción al Niño Jesús en nuestro país, señaló: "Esto no es una cosa reciente, ya durante algunos años se ha notado esta disminución en la devoción del Niño Dios en Chile y en otras partes del mundo debido al desapego de cada uno con su parte espiritual, siendo reemplazada por una mucho más material. El nacimiento del Niño Dios ya no se concibe como antiguamente y la profunda razón de la Natividad se volvió comercial con el paso de los años. Las familias también han tenido un desapego con el cristianismo, algunos cambios de paradigmas en la concepción de la vida cotidiana, que parecieran no poseer casi relación alguna con la religiosidad, y el consumismo, todos han sido factores muy influyentes. Parte de la sociedad ya no celebra la natividad del Señor, sino que la Navidad se vive a partir de la compra de regalos y ya no compartir en familia en torno al pesebre junto a la figura del Niño Dios.
-¿Qué significan los fanales en la devoción familiar al Niño Jesús?
-Los fanales estaban en espacios que invitaban a la contemplación, a la devoción silenciosa alejada de elaborados rituales multitudinarios. Se encontraban principalmente en templos y conventos y también pertenecían a familias adineradas en el periodo colonial, quienes profesaban también una fuerte devoción a la imagen del Niño, la cual era resguardada por la cúpula de vidrio que cumplía la misión de resguardar lo divino de la imagen, apartándolo de lo terrenal y mundano, conservando así dentro del fanal su divinidad para ser contemplado y seguir fomentando la devoción entre los fieles. También muchas veces fueron utilizados como pesebres dentro de las grandes casas coloniales.
-¿Cuál sería el santuario más importante dedicado al Niño Dios en el territorio nacional?
-El santuario del Niño Jesús de las Palmas. La imagen es venerada hasta el día de hoy con gran fervor por sus fieles en el sector. La religiosidad popular son factores importantes que otorgan gran valor espiritual y cultural a la zona que componen Las Palmas, Quebrada de Alvarado y Olmué. Es interesante saber que los habitantes de las Palmas fueron los encargados de edificar, en sus comienzos, una ermita y ya posteriormente en 1868 se construye una hermosa capilla, que cada 24 de diciembre recibe lugareños y fieles que se reúnen para rezar, cantar y danzar en torno a su imagen, siendo una tradición de cada año donde se venera y agradece por milagros y gracias concedidas, nos señala nuestro entrevistado.
Nuevas Devociones
Sin embargo, aunque ya las multitudes no participan mayormente en la devoción al Niño Jesús, han llegado a nuestro país dos nuevas imágenes.
Traído especialmente por inmigrantes colombianos, se ha difundido el Divino Niño, cuyo fervor surgió solo en 1935. Su santuario situado en un barrio obrero de Bogotá y congrega a miles de devotos. Es conocido por los milagros que se le atribuyen, que son difundidos por revistas, almanaques e incluso por una serie de televisión abierta.
Y desde México ha llegado el Santo Niño de Atocha, cuya historia se remonta a tiempos en que España era dominada por los musulmanes. Se dice que los moros tenían encarcelados a cristianos y que no permitían visitas ni de familiares ni de amigos, solamente de niños pequeños. Fue así como el Niño Jesús decidió hacerles compañía en sus pesares, los consolaba y les daba comida. Desde entonces, en las imágenes fue representado como un Niño Peregrino con sombrero, una cesta de pan en una mano y un bastón en la otra y sandalias en sus pies.