El crudo testimonio de la mujer que ayudó a joven amarrada con alambre de púas
Norma Espinoza no se considera una heroína ni nada por el estilo pero cree que si no hubiese escuchado los gritos de la joven ésta habría muerto.
"Auxilio, auxilio, ayúdenme que me están matando", fueron los perturbadores gritos que escuchó Norma Espinoza, la mujer que el sábado recién pasado, le salvó la vida a una joven de 28 años que fue brutalmente golpeada por un desalmado que no conforme con dejarla inconsciente, la amarró con alambres de púa a un colchón en una quebrada que separa Reñaca Alto del Mirador de Reñaca en la parte alta de Viña del Mar.
Norma Espinoza Maldonado tiene 60 años, trabaja como cuidadora y el sábado 11 de diciembre quedará grabado a fuego en sus recuerdos.
Ese día se levantó temprano, cerca de las 8.30 y al abrir la ventana de su dormitorio escuchó gritos de auxilio de una mujer que provenían de la quebrada aledaña a su casa.
Sin pensarlo ni tampoco medir consecuencias, se puso zapatos, tomó un palo y en pijama se encaminó hacia el lugar de dónde provenían los gritos.
Cuando salía, alcanzó a decirle a uno de sus hermanos lo que había escuchado sin detenerse a esperarlo. Mientras bajaba entremedio de matorrales, llamó al 103 del Sapu de Reñaca Alto. Dice que le respondieron enseguida y que la orientaron para que una vez que estuviera con la mujer que pedía auxilio informara de su estado de salud.
"Cuando iba llegando yo la escuchaba decirle al tipo, porque él todavía estaba con ella,que la dejara. Cuando escuché eso y aún sin poder verlos, le grité que se fuera porque yo iba con carabineros. Escuché que el gallo arrancó. Le dije a la niña que me hablara para poder dar con ella porque aún no podía encontrarla. Ella decía 'aquí, aquí' con un hilo de voz", relató la mujer.
Cuando llegó junto a la joven, Norma dice que no podía creer lo que veía. "La niña estaba llorando, con la nariz y los ojos hinchados, su carita deforme por los golpes. Le salía sangre por la boca y la nariz. De la cintura para arriba estaba enrollada con alambre de púas", describió.
Volvió a llamar al Sapu dando cuenta del estado en que se encontraba la joven y pidiendo prisa por asistencia médica. "Yo pensé que la niña se iba a morir, les dije que se apuraran. Llegaron muy rápido. La niña me pedía que no la dejara sola. Le dije a mi hermano (Pedro) que saliera hacia la calle para que orientara a los del Sapu para llegar hasta donde ella estaba", agregó Norma.
Instintivamente pero tal vez debido a que ha dedicado casi la mitad de su vida al cuidado de persona mayores, Norma intentó mantener despierta a la joven y evitar que se moviera.
"Ella estaba consciente. Me contó que era de Villa Alemana, que tenía un niño de 3 años, me dijo su nombre, que tenía 28 años (...) También me pidió que marcara su número de teléfono porque cuando el tipo la arrastraba por la quebrada se le cayó. La llamé y pude encontrar su celular pero no su billetera", narró Norma.
La joven se habría comunicado con alguien, pero Norma dice que solo balbuceaba.
"Ella estaba vestida, entera de jeans, sólo le faltaba el calzado. Me dijo que el tipo sólo la golpeó, con una piedra en la cabeza y combos en la cara. Ella se defendió hasta el final, sus puños estaban ensangrentados", añadió la mujer quien reconoció que nunca había visto algo tan brutal. "Yo quedé en shock cuando la vi enrollada en alambre (...) Lo comentamos con mis hermanos y creo que si no la escucho, esta niña habría muerto", concluyó esta trabajadora.